NOTA EDITORIAL
El pasado abril, Sol de Medianoche cumplió tres años informando y dando voz a la comunidad latinoamericana en Alaska. Las hojas de nuestro periódico contienen un océano de testimonios e historias de mujeres y hombres que han destacado en sus negocios, en el arte, los deportes, en el servicio a la comunidad, en sus estudios, profesiones y trabajos. El periódico ha documentado nuestras celebraciones y también los momentos difíciles. A través de Sol de Medianoche la comunidad latina descubrió más sobre sí misma y Alaska en general halló una conexión con los latinos.
El trabajo ha sido arduo y constante, construido desde muchos frentes. Nuestro periódico bilingüe comenzó como una inquietud necesaria de los fundadores: Lina Mariscal, Daniel Esparza, Indra Arriaga, Gabriela Olmos, Lauren Horn, Dayra Valades, Gabriela Riquelme y muchos otros voluntarios. Además de los creadores, el nacimiento del periódico fue posible gracias al valioso apoyo del Restaurante Gallo´s (Abraham Gallo), McKinley Services (Angela Jimenez), Mexico Lindo (Rosalba y Maria Herrera), Northpole Contractors (Hugo Forest) y Carlos Mexican Restaurant (Carlos Carillo). A todos ellos les ofrecemos nuestra gratitud y reconocimiento, por todo el corazón puesto en este proyecto, por las interminables horas de trabajo y por haber sembrado una semilla que sigue floreciendo. Agradecemos también a quienes se anuncian en nuestras páginas y ayudan a sostener al periódico y a la generosa contribución del voluntariado que, de alguna manera u otra, han mantenido vivo a Sol de Medianoche. El latido de Latinoamérica contribuye positivamente a Alaska. Y la prueba es que las voces se han multiplicado desde todos los ámbitos, jóvenes, adultos mayores y niños. Los lazos de hermandad y solidaridad siguen fortaleciéndose entre todos. Gracias a su confianza, seguimos adelante creando oportunidades para que la comunidad latina tenga una voz y acceso a información útil y honesta. Como diría Cesar Chávez: ¡Sí se puede! |