APRENDAMOS DE LA EXPERIENCIA
El pasado 30 de noviembre de 2018 en Anchorage, estaba en mi auto con mis tres hijos y una recién nacida a la cual cuido, cuando el terremoto comenzó. Eran las 8:30 de la mañana y llegué al semáforo de Tudor y Boniface. Pensé que mi coche se estaba patinando, así que oprimí los frenos, pero mi auto seguía moviéndose. Miré detrás de mí pensando que tal vez alguien me había chocado. No, nadie. Vi que la persona detrás de mí observaba también a su alrededor.
Miré al semáforo en el retrovisor para asegurarme de que todavía estaba en rojo cuando me di cuenta de que estaba temblando. ¡Los árboles detrás de mi se movían demasiado! Grite: “¡Esto es un terremoto!” ¡La nieve caía mientras yo miraba a mi alrededor a los otros conductores para ver lo que estaban haciendo, ya que yo no sabía qué hacer! Me tomó 2 horas y media para llegar hasta Lake Otis Parkway desde Tudor y Boniface. Las calles se llenaron rápidamente de vehículos, la gente dejaba el trabajo para correr a casa o a las escuelas para comprobar que sus seres queridos estaban bien. Después de llamar a todos en mi familia, prendí la radio para escuchar la magnitud del terremoto y obtener más información. La advertencia del tsunami no me preocupó tanto, porque como confirmamos días después en las noticias, Anchorage está a salvo de los tsunamis debido a su ubicación en la bahía de Cook (Cook Inlet) y rodeada por las aguas poco profundas del brazo Knik y el brazo Turnagain. (Anchorage Daily News, 13 de diciembre, 2018). Hasta que finalmente llegué a la avenida 36 y ví como los vehículos se amontonaban para comprar gasolina en Holiday, me pregunte ¿Estoy lista para las secuelas de este terremoto? Pasar la gasolinera rápidamente y verla tan ocupada, me hizo recordar todas las charlas y discusiones que he tenido o he escuchado. Todas esas veces que no le di importancia, ni me preocupé por lo qué haría en una situación como la que estaba viviendo. Las veces que dije que me preocuparía en otra ocasión. Esa ocasión era ahora. ¡De hecho, esa ocasión ya había pasado! Aquí hay algunos consejos de www.Ready.gov que debo compartir. Durante un terremoto: • Agáchese, cubra cabeza y cuello con los brazos y sosténgase de algo robusto hasta que el temblor pase. • Salga de su edificio si está dañado. • No entre a edificios dañados. • Si está en un vehículo, deténgase y espere al pie de la carretera. • Si está en la cama, quédese ahí. • Si está al aire libre, permanezca lejos de cables de electricidad y de vidrio. • No se ponga adentro del marco de la puerta. Trate de llegar hasta un mueble fuerte como un escritorio o mesa, y espere debajo de ellos. • No corra hacia fuera. • Ahorre llamadas telefónicas durante emergencias. Comuníquese por texto si es necesario. Prepárese antes: • Asegure objetos en su hogar que puedan caerse. • Arme un plan familiar – como comunicarse y tener un lugar de encuentro seguro en caso de que alguien se separe. • Prepare un kit de supervivencia – agua, medicamentos y comida por lo menos para tres días (¡no se olvide de los bebés!, considere mantener leche en polvo para ellos) linterna, extinguidor de incendios y un silbato. Ahora hablemos de las réplicas, las cuales son pequeños temblores en la misma área donde ocurrió el terremoto. Estas disminuirán en magnitud y frecuencia, pero pueden sentirse durarte semanas, meses o incluso un año después. • Este consciente que habrá réplicas. • Mantenga la calma. • Compruebe que usted y los demás a su alrededor están bien. • Es normal sentir estrés o ansiedad después de un terremoto y durante las siguientes semanas. Por favor, busque ayuda profesional y hable acerca de sus sentimientos con un amigo o un miembro de la familia. Todos reaccionamos de manera diferente al estrés y a la ansiedad, pero saber que esto es una reacción normal puede ayudarle a buscar ayuda profesional más fácil. Aunque yo no estaba en casa donde hubiera podido sentir la casa crujir y moverse, ventanas y platos estrellarse y romperse, mi experiencia en la carretera fue muy fuerte. Es importante recordar que debemos mantener la calma y estar a salvo para poder ayudar a los demás. Comunicarnos, pero también mantener las líneas de comunicación abiertas. Lo más importante es aprender sobre seguridad. |