carmen y raquel dos amigas que te ayudarán a encontrar casa
Por carlos matías
Dos mujeres. Dos hispanas. Dos aventureras que un día decidieron dar un vuelco por completo a sus vidas. Eligieron Anchorage, en Alaska. Dos valientes. Hoy son dos empresarias de éxito y dos amigas que ofrecen su amistad de corazón y ayudan a encontrar una vivienda a todo el que, como ellas, llega a este lugar del mundo, la “última frontera” y “el verdadero paraíso terrenal” donde “los sueños se hacen realidad”, coinciden en señalar ambas. Bienvenidos a Anchorage. Bienvenidos a MyHomeinAlaska. Están ustedes en casa.
Carmen Robles y Raquel Ferrero trabajan en MyHomeinAlaska como agentes de bienes raíces con EXP Realty, su “agente intermediario”, aspecto que quieren señalar como indica la Comisión de Real Estate de Alaska, cuando los agentes de bienes raíces actúan públicamente como tales, indicando el “agente intermediario” para el que trabajan.
Carmen es mexicana. Pero desde muy joven se trasladó a Estados Unidos, donde vivía una hermana, y el tiempo y la vida la llevaron hasta Anchorage, donde ha echado raíces profesionales y personales y ha encontrado el amor. Raquel también es muy joven, pero su caso es distinto. Venezolana de origen, fue su amor (su marido) el que vino a esta tierra para labrar un futuro mejor para la familia. Él fue el pionero. Raquel no tardó en reunirse con él. Y, a decir verdad, conociéndolas a ambas desde la distancia, a través de una videoconferencia, uno siente el impulso de hacer la maleta y tomar el primer avión.
LOS COMIENZOS Fue Carmen Robles la fundadora de Myhomeinalaska como agente de bienes raíces con EXP Realty. Y es Carmen quien me da la primera declaración sorprendente, al menos para mí: “La vivienda en Alaska está muy demandada. Con el Covid y las reclusiones en las casas, toda la familia ha tenido que reorganizarse. Ya no vale que en una pareja uno trabaje fuera y el otro esté con los niños. Ahora todos estamos en casa, sin opción de salir para hacer más vida social ni trabajar en la oficina. La casa se ha convertido en oficina, o al menos una parte de ella. Y otra parte, en oficina también para el otro componente de la pareja. Y otra parte aún, para que los niños estudien; y otra para que jueguen; y otra para que haga vida en común la familia entera. Hay necesidad de adecuar la vivienda actual, o cambiarse a una nueva, más grande y mejor acondicionada”.
¿Declaración sorprendente? Sí, desde los más de cinco mil kilómetros que separan Anchorage de Madrid, en España, y diez zonas de horarios distintos, este periodista españolito se imaginaba un estado, Alaska, donde caben varias Españas, pero con 47 veces menos gente. Anchorage es la ciudad más poblada del estado 49 de la Unión; el más grande de Estados Unidos y la tercera región subnacional más extensa del planeta. El estado con menor densidad demográfica y el cuarto con menos población. Y claro, en la ignorancia de quien no ha pisado nunca tierra alaskeña y acostumbrado a las concentraciones humanas de las grandes urbes de Europa y también de Nueva York, Washington, Minneapolis. Caí en el error (grave error) de suponer que vender una casa en Alaska era como vender helados en Siberia. Y así se lo dije a ellas. “Hay mucha demanda inmobiliaria para un hogar fijo y estable y mucha demanda también de residencias vacacionales”, añade Carmen. Ella misma es ejemplo viviente de lo animado que está el sector. Llegó a Anchorage y en tiempo récord compró y vendió tres casas. Tres viviendas. Tres mudanzas. Hasta establecerse (¿definitivamente?) en su domicilio actual.
Fue así como se conocieron Carmen y Raquel, dos mujeres emprendedoras y con iniciativa. Y fue así cómo Carmen se convirtió en la mentora de Raquel. Hoy son socias en esta firma inmobiliaria creada con ayudas oficiales, porque Estados Unidos, y concretamente Alaska, sigue siendo tierra de oportunidades. Y ellas dos se ofrecen como amigas, consejeras, asesoras a ayudarte a encontrar la vivienda ideal para cumplir tus sueños.