Colombia: una oportunidad para la paz y la prosperidad
Por CARLOS MATías
La victoria de Gustavo Petro en las presidenciales de Colombia abre múltiples expectativas. El país se debate entre los progresistas, que miran al futuro con optimismo, y los conservadores, que temen una deriva populista de izquierdas con tendencia a una dictadura comunista. Pero el analista político colombiano Víctor M. Uribe-Urán, profesor en la Universidad Internacional de Florida, cree que la llegada de Petro al poder es “una oportunidad para la paz y la prosperidad”.
Víctor M. Uribe-Urán no es militante partidista. Es un reputado profesor asociado de Historia y Derecho en la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés), al Sur del estado. También es analista político. Con mentalidad desapasionada y académica, Uribe-Urán comenta a Sol de Medianoche que “todos los colombianos, incluyendo los que estamos en la diáspora (2,869,032 en 2020, según la ONU) tenemos derecho a la esperanza, y Petro representa esa esperanza”.
De estos casi tres millones de emigrantes colombianos repartidos por todo el mundo (principalmente, Venezuela, Estados Unidos y España), los que residen actualmente en Alaska apenas llegan a ser novecientos (867, según el censo de 2020).
Uribe-Urán asegura que “Petro quiere liderar un gobierno de centro para acometer una serie de reformas encaminadas a la justicia social y la disminución de la pobreza. Prueba de ello son sus nombramientos de ministros, moderados y de gran prestigio, como José Antonio Ocampo en Hacienda y Crédito Público o como Alejandro Gaviria en Educación”.
Para el profesor Víctor M. Uribe-Urán, “quienes recuerdan el pasado guerrillero de Petro ignoran que lleva ya treinta años integrado plenamente en la actividad política democrática, y que Petro puede ser ahora como antes lo fueron Lula en Brasil o Pepe Mújica en Uruguay”.
“¿Por qué asociar a Gustavo Petro al venezolano Nicolás Maduro y no a Lula o Mújica? Desde su triunfo en las elecciones presidenciales, Petro no ha dejado de dar muestras de moderación y de equilibrio político. Debemos guardar un prudente plazo de observación de sus movimientos y decisiones antes de juzgarle, porque lo que algunos están haciendo ahora es anteponer sus prejuicios ideológicos a una opinión desapasionada que se fundamente en datos y en hechos concretos”.
Es más: Gustavo Petro ni siquiera ha empezado a ejercer en el cargo de presidente. Lo hará cuando tome posesión del cargo, el domingo 7 de agosto próximo. Y le acompañará Francia Márquez, quien se convertirá en la primera mujer negra que tome posesión del cargo de vicepresidenta del país. Retomar las relaciones con Venezuela, redefinir dichas relaciones con Estados Unidos (sobre todo, por el Tratado de Libre Comercio), Rusia y China y consolidar las excelentes relaciones con España y la Unión Europea son algunos de los grandes retos que aguardan a Petro como nuevo presidente colombiano. Lograr todo esto a la vez guardando el equilibrio es el verdadero desafío que ha de afrontar el país. También reorientar y “desfosilizar” la política energética, potenciando las energías renovables (aún siendo un país rico en petróleo) y contribuir en la lucha contra el Cambio Climático.