Desde Ucrania, mirando a Alaska
¿Puede este estado ser clave para la independencia energética europea respecto de Rusia, sin perjudicar su biosfera?La guerra por la invasión rusa de Ucrania ha evidenciado la dependencia energética europea del gas y del petróleo de Rusia, salvo España, que lo importa de Argelia, y en menor medida Francia, segundo país del mundo por número de centrales nucleares (58 plantas), sólo superado por Estados Unidos (98). El presidente Joe Biden ha prohibido las importaciones de petróleo ruso. Esto ha producido un “efecto cascada” en la Unión Europea (UE) y ahora los expertos internacionales de la energía miran a Alaska como alternativa.
Alaska tiene una reserva de gas y petróleo más grande que Portugal y más de diez veces la extensión de Puerto Rico. Pero las prospecciones petrolíferas y extracciones de gas en el estado podrían deteriorar la Reserva Natural de la Biosfera en su territorio. Además, Alaska “es fuente casi inagotable de materias primas”, dicen los analistas, lo que también será esencial por la escasez que se teme que habrá y por su carestía. Todo esto puede beneficiar a Alaska económicamente, pero perjudicar su biósfera, clave para paliar el cambio climático. Alaska, en Estados Unidos, y Siberia, en Rusia, son territorios vecinos, tan sólo separados por el mar de Bering. La guerra de Ucrania no nos es ajena. En Ucrania, un alto porcentaje de la población habla español con fluidez, los que les hermana con los hispanos en USA y América Latina. Hasta tal punto es así, que existen grupos en las redes sociales creados por los “hispanos en Ucrania”. Mientras los países europeos deciden qué fuente alternativa de petróleo y gas han de buscar, con la mirada puesta en Alaska, Estados Unidos ha propuesto a la Venezuela de Nicolás Maduro que sea su proveedor. Pero el drama de la guerra sigue cobrándose cientos de vidas humanas cada día y ha provocado más de dos millones de refugiados que han huido del país en sólo 15 días. Es el éxodo más numeroso desde la Segunda Guerra Mundial. |