Muchas personas posponen el pensar en el fin de la vida, pero hablando de cuestiones médicas pocas se percatan de cuán difícil puede ser decidir un tratamiento sin la ayuda del paciente. Por medio de un documento llamado directiva anticipada, se podría salvar a la familia de tomar decisiones desgarradoras después. ¿Qué es exactamente una directiva anticipada? Se trata de una forma de comunicar las decisiones del paciente en cuanto a tratamiento médico en caso de que éste no las pudiera expresar por sí mismo, ya sea por alguna enfermedad o lesión. Una directiva anticipada especificará cómo desea ser tratado, o si acaso desea recibir fluidos y alimentación por vía intravenosa en caso de que no pudiera comer o beber. Una directiva anticipada también puede incluir si el paciente desea donar sus órganos, si quiere recibir medicinas contra el dolor, o si ha designado a alguien de confianza como su agente autorizado para tomar decisiones médicas por él.
Llenar una directiva anticipada es fácil: cualquier proveedor de servicios de salud, hospital o clínica, puede proveer de las formas necesarias, o incluso se pueden descargar en línea. Éstas tienen instrucciones paso a paso. Cuando se designa a alguien como un agente autorizado, habrá que hablar con esa persona para asegurarse que se sienta cómodo con este papel. Quienes practiquen alguna religión, podrán consultar en su iglesia lo que pueda ayudarles a decidir lo mejor para ellos. Después de llenar la forma, habrá que certificarla ante un notario o pedir a algún testigo que la firme. Lo importante es que la directiva anticipada refleje las decisiones y los valores del paciente y los comunique con claridad a su familia y a sus proveedores de salud. Es hora de iniciar la conversación: elabora una directiva anticipada y anima a tus seres queridos a hacer la suya. Así, tus deseos serán escuchados, aunque no puedan hablar por su voz. |