El grupo en UAA que combate la desinformación con empatía Por pedro graterol
Foto por Bill Roth / Anchorage Daily News.
La desinformación sobre el COVID-19 ha impactado los esfuerzos de salud pública para mitigar los efectos de la enfermedad desde el principio de la pandemia. Sin embargo, hay un grupo en la Universidad de Alaska que, con el esfuerzo de voluntarios, combate la desinformación con empatía, educación e interacción: el Equipo de Respuesta de Información de Salud Pública de Alaska (ERISPA), liderado por la profesora asistente de salud pública, la Dra. Jennifer Meyer. Lee acá nuestra conversación sobre el trabajo que está haciendo su equipo.
- ¿Cómo fueron los orígenes del ERISPA? Comenzamos oficialmente en el otoño de 2020, durante el primer año de la pandemia y respondemos diariamente a alertas de una docena, más o menos, de páginas populares de difusión de información al público en Facebook: ADN, DHSS, Alaska News Source entre otros.
- El equipo tiene bastantes voluntarios. ¿Cómo fue el proceso de reclutamiento? Si, voluntarios. Muchos tienen experiencia en salud, cuidado médico, salud pública, epidemiología, biología, entre otros. Nuestra meta es proveer información precisa y basada en ciencia para que los lectores puedan tomar decisiones informadas. El reclutamiento continúa. Algunos voluntarios son estudiantes, pero la mayoría son profesionales respondiendo en su tiempo libre.
- ¿Cuál ha sido la lección más sorprendente trabajando con el grupo? Tenemos estudiantes de pregrado y postgrado trabajando y asistiendo el proyecto de diferentes maneras. Algunos trabajan como monitores, marcando desinformación para responder, otros trabajan para desarrollar una aplicación que nos puede ayudar a conseguir la fuente de la desinformación, como se haría como una enfermedad infecciosa. Al ayudar a la gente a entender información científica, y como darse cuenta de tácticas anti-ciencia los puede ayudar a ser menos vulnerables a las tácticas basadas en causar miedo de grupos como la industria anti-vacunas.
- ¿Cuál es su método para responder a la desinformación? Los voluntarios responden con empatía, educación e interacción. El grupo es pionero con esta técnica de “Tres Es” (por sus siglas en inglés). Respondemos diariamente, lo que nos hace únicos pero el campo de la infodemiología cambia y está creciendo constantemente.
- ¿Cómo lidia el grupo con trolls y la hostilidad en internet?¿Cómo deciden con que argumentos interactuar? Nos enfocamos en desinformación que puede volverse “viral”; la que es emocional, basada en miedo, no es una opinión y tiene un alcance significativo en vistas. No estamos acá para discutir, queremos que haya más información, no menos. Por eso, respondemos al contenido de la desinformación, indicamos porque es errónea y lugares donde se puede aprender más.
- ¿Qué viene para el grupo después de la pandemia? Las tácticas anti-ciencia están en todos lados y terminan afectando la salud pública. Los estudiantes y profesionales en campos de ciencia necesitan desarrollar las habilidades para responder y manejar la desinformación. Ignorarla ya no es una opción. La desinformación ya es demasiado peligrosa. Por ejemplo, hay comunidades eliminando el flúor del agua basados en información falsa, o padres rehusandose a vacunar a sus hijos a causa de la desinformación . Las escuelas en Alaska no están requiriendo vacunas, causando brotes de SARS-CoV-2.
Retrasar o detener la acción contra el cambio climático, o no tomar medidas de control de armas. Lo mismo pasó con los esfuerzos de mitigación del COVID-19 y estamos al principio de una nueva ola acá en EE.UU. Con nuestros esfuerzos, combinamos comunicación estratégica, salud pública y ciencias computacionales para combatir la desinformación de salud. Esperamos que el proceso que estamos creando sea transferible a otros estados o entornos. Estamos tratando de evaluar si hemos tenido algún impacto, y es difícil de medir pero estamos encarando el desafío.