Entendiendo la Guerra en Ucrania: Los desaciertos de Rusia
por carlos matíAS
El 9 de mayo, durante el Día de la Victoria, el día que Rusia conmemora el final de la Segunda Guerra Mundial, el presidente ruso, Vladimir Putin, dio un discurso acompañado por un desfile militar para marcar la ocasión. Durante su gobierno, la fecha ha tomado un carácter político marcado por eso, este año, la comunidad internacional observaba detenidamente. Se esperaba que el líder ruso hiciera una declaración formal de guerra a Ucrania. Esto puede parecer extraño, y meramente nominal. Sin embargo, a pesar de que sus acciones en Ucrania son claramente una guerra, Rusia aún denomina su invasión a una “operación especial”. Una declaración de guerra le permitiría hacer una movilización más amplia de las fuerzas armadas, incluyendo convocar reservistas. No obstante, el discurso no incluyó más que repeticiones de su justificación del conflicto: la supuesta de-nazificación de Ucrania y reportes sobre la avanzada de rusa en la región ucraniana del Donbass.
Después de casi 3 meses de conflicto y después de causar la crisis política en Europa más grande de los últimos años, Rusia no ha logrado victorias significativas en su invasión a Ucrania. Esto no minimiza sus horribles atrocidades contra civiles, pero muestra que las fuerzas rusas están teniendo problemas. Desde el inicio de la ofensiva, no ha podido lograr lo que se consideraba su meta principal, la caída de Kiev. Al principio del conflicto, se pensaba que el ejército ruso tomaría la capital rápidamente y cambiaría el gobierno. Las fuerzas rusas entraron con unidades pequeñas, de la misma manera como en intervenciones en Mali, Libia, e incluso en Crimea en 2014. Sin embargo, al encontrarse con fuerte resistencia ucraniana, le fue imposible capturar la capital.
Por esto, de acuerdo con el análisis de Michael Clarke, las tropas rusas intentaron tomar las ciudades aledañas a Kiev para poder ahogar la resistencia ucraniana y, a pesar de causar muchos daños, tampoco han sido capaz de controlar ciudades como Kharkiv y Mykolaiv. De hecho, la única victoria significativa por parte del ejército ruso ha sido las capturas de las ciudades de Mariupol y Kherson. Dado a esto, el esfuerzo ruso se ha concentrado ahora, sin avances significativos, en tomar la región del Donbass. De acuerdo con Clarke, el ejército ruso cometió errores graves al disparar fuerzas poco numerosas en un territorio muy amplio sin una comandancia general.
Estos errores están teniendo consecuencias importantes, reportes de inteligencia del Pentágono informan que hay muy baja moral entre los soldados rusos, llegando hasta el punto de ignorar órdenes. Además, estimados de la OTAN de finales de marzo reportaban que al menos 40,000 tropas rusas habrían sido heridas, capturadas o perdido la vida, aunque estas cifras son difíciles de verificar. No sabemos la dirección en la que terminara el conflicto. A pesar de enfrentar muchos más obstáculos de los esperados, y de numerosas sanciones internacionales, no hay señales de que el ejército ruso vaya a claudicar, pero lo que sabemos es que está guerra ha sido mucho más difícil de lo que esperaban.