Jorge Madrazo Cuéllar, ex Cónsul de México en Seattle y actual director del Centro de Estudios Mexicanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Seattle, piensa que hay solo una manera sostenible para ayudar a los aproximadamente 3.5 millones de mexicanos que son elegibles para ser ciudadanos estadounidenses, pero que aún no han dado ese paso: enseñarles cómo hacerlo.
“Entendemos que la única manera de abrir un nuevo horizonte para la comunidad Latina en este país es empoderando a su gente”, Madrazo dijo la semana pasada durante un simposio sobre la inmigración en la Northwest University en Kirkland en el estado de Washington. “Y la única manera de empoderarlos es precisamente convencerlos y ayudándoles a hacerse ciudadanos estadounidenses. Tenemos que apoyarlos, y soy optimista.” Según un estudio de Pew Hispanic Center en el 2013, los mexicanos son el grupo más grande de inmigrantes en los Estados Unidos que son elegibles para ser ciudadanos estadounidenses, pero sólo el 36 por ciento de ellos lo han logrado — en comparación con un 68 por ciento de los inmigrantes de otros países. Los mexicanos participantes en el estudio dijeron que les gustaría obtener la ciudadanía estadounidense para obtener los derechos civiles y legales, pero no lo habían hecho debido a barreras personales y administrativas. Aún hay que ver si estos números se reducirán bajo la administración del Presidente Donald Trump. Madrazo, que organizó conjuntamente el Simposio “Inmigración en tiempos de incertidumbre” el viernes, también supervisa un programa de ciudadanía que ofrece servicios gratuitos para personas que deseen hacerse ciudadanos de Estados Unidos en los centros comunitarios de salud SeaMar, donde posee el cargo de Vicepresidente de Relaciones Comunitarias. El ex Cónsul y otros cuatro funcionarios de la UNAM participaron en el Simposio en Kirkland, donde compartieron sus ideas y preocupaciones sobre la situación actual de la inmigración en las ciudades donde trabajan — Seattle, Los Ángeles, Chicago, Tucson, y San Antonio. |
“Lo que la UNAM, como institución, quiere de este evento es un plan de acción que funcione para la comunidad”, dijo Madrazo. “Hoy, hemos compartido muchas palabras. A partir de mañana, debemos tomar acciones en lo que mejor sabe la Universidad. Tenemos mucho que enseñar. Ciudadanía, español, y civilidad. Nuestra gente está asustada y ansiosa, y tenemos que poner fin a eso dándoles información”.
El 8 de febrero, el rector de la UNAM, Enrique Luis Graue Wiechers, ofreció a los estudiantes mexicanos que son deportados bajo la administración de Trump, la oportunidad de continuar sus estudios en México. Madrazo dijo que los acuerdos para hacer realidad ese apoyo son responsabilidad de la UNAM en México y no de él o de otros funcionarios de la UNAM en Estados Unidos; sin embargo, dijo que la UNAM ya está trabajando sobre diferentes formas para aprobar créditos previamente ganados por estudiantes mexicanos que son deportados, para que pueden finalizar sus estudios tan pronto como sea posible. La universidad más grande de Latinoamérica también está tratando de ayudar a aquellos estudiantes cuya lengua materna no es el español, a aprender el idioma a un nivel universitario. Joseph Castleberry, Presidente de Northwest University y otro de los organizadores del simposio, dijo que el ámbito académico debe considerar el mundo actual pero también comprometerse con las necesidades humanas. Aseguró que el simposio logró que eso sucediera. “Hemos hecho nuevos amigos, hicimos nuevas conexiones, se establecieron excelentes redes hoy”, dijo Castleberry. “Como universitarios, creemos que no hemos finalizado nuestra tarea académica hasta que el conocimiento que hemos conseguido a través del estudio, investigación, enseñanza y aprendizaje, satisfaga las necesidades humanas. Hoy, abramos nuestros corazones y dejemos que las personas entren. Es el resultado más alto que uno puede esperar para cualquier tipo de estos eventos”. Publicado con el permiso del Seattle Weekly, fecha de publicación original: 28 de febrero de 2017. |