La pobreza en Alaska y otros estados crece
La pobreza en Alaska y otros estados de la Unión crece imparable. Los esfuerzos de los bancos de alimentos y las organizaciones no gubernamentales para repartir comida y ayudas entre las clases sociales más desfavorecidas no logran satisfacer las necesidades reales de esta población. Mientras esto sucede, la senadora republicana por Alaska, Lisa Murkowski, y otros nueve representantes de su partido presentaron al presidente demócrata, Joe Biden, una propuesta de ayuda para la pandemia que, a todas luces, resulta escasa.
Se trata de un Plan de 618 millones de dólares, lo que supone tan sólo un tercio del importe del Proyecto de Ley que Biden quiere impulsar. Esto puede ser un serio problema para el nuevo presidente. Los demócratas pueden aprobar el Proyecto de Ley de Biden, que es tres veces más amplio, sin el apoyo de los republicanos. Pero al hacerlo rompería la unidad de acción que el propio Biden quiere intentar y que prometió en su toma de posesión como presidente de los Estados Unidos. Lisa Murkowski es clave A finales del año pasado, Lisa Murkowski formó parte de un grupo de senadores de ambos partidos considerados como “moderados”. El grupo impulsó un paquete de ayudas frente al COVID-19 que quedó “olvidado” en el Congreso, por el evidente desinterés del entonces presidente Donald Trump en impulsarlo. Ahora, con Joe Biden en la Casa Blanca, la senadora Murkowski juega un papel clave. Pero su posición no parece tan clara. Por un lado, Lisa Murkowski participó recientemente en un evento sobre las expectativas y esperanzas económicas para Anchorage, Alaska, organizado por la AEDC, y del que informamos en esta misma edición. La senadora prometió “trabajar todos juntos y realizar grades esfuerzos” para reanimar la economía en Anchorage y toda la región. Condiciones de los republicanos Sin embargo, para que los republicanos den su conformidad al Proyecto de Biden, la misma Murkowski que prometía estos “grandes esfuerzos” dice ahora, sólo unos días más tarde, que el Plan del presidente demócrata “no puede estar repleto de otros objetivos, como un salario mínimo de 15 dólares y medidas de ciberseguridad”. La propuesta de los diez senadores republicanos encabezados por Murkowski incluye pagos directos de hasta mil dólares, pero con límites de ingresos más bajos que los anteriores proyectos de “Ayuda COVID”. Las personas que ganen 40,000 dólares, o menos, recibirían la cantidad completa. No se enviarán cheques a los solteros que ganen más de 50,000 dólares al año. El límite para las familias sería de 100,000 dólares. El grupo del GOP incluye, junto a Murkowski, de Alaska; a otros senadores moderados, como Susan Collins, de Maine, y Mitt Romney, de Utah. Pero también a otros más inflexibles y cercanos a la dirección del Partido Republicano, como los senadores Jerry Moran, de Kansas, y Thom Tillis, de Carolina del Norte. La pobreza crece Desde octubre de 2020, millones de personas que no recibieron ayuda federal han caído en la pobreza más absoluta, luchando por pagar la comida y otros gastos básicos. Entonces, las estadísticas oficiales señalaron que los ingresos del estadounidense medio habían aumentado gracias a las ayudas oficiales para paliar los efectos de la pandemia. Gobernaba Donald Trump y la fecha de las elecciones presidenciales se acercaba. Pero la realidad ha demostrado que millones de personas se quedaban sin ninguna ayuda por ser inmigrantes. Estos millones de inmigrantes son los que tratan ahora de salir adelante con las ayudas de las organizaciones benéficas locales. La pobreza ha aumentado en Estados Unidos más de 2 puntos entre junio y noviembre, hasta el 11,7%, el salto más rápido de la historia. El mayor aumento registrado anteriormente fue de 1,3 puntos, entre 1979 y 1980, durante la profunda recesión provocada por un repunte de los precios del petróleo. Minorías: las más perjudicadas El aumento de 7,8 millones de personas en situación de pobreza afecta sobre todo a las minorías y a los inmigrantes, o a las personas sin estudios universitarios, así como a los residentes de los estados con sistemas de desempleo menos eficaces. Muchos inmigrantes, que ya tenían problemas con los gastos de alimentación y alquiler antes de la pandemia, han recurrido a organizaciones benéficas locales, como los bancos de alimentos; se han mudado con amigos y familiares, en condiciones de aglomeración cada vez mayores. Incluso los inmigrantes con permiso legal para trabajar tienen problemas para salir adelante, sobre todo con las nuevas normas de “carga pública”, que desaniman a los inmigrantes que esperan una green card a solicitar o utilizar las prestaciones públicas. |