Las elecciones del 2022 demuestran que la política cambió
El 8 de noviembre, los votantes estadounidenses participaron en las elecciones de medio término. Había 36 gobernaciones en juego, 3 gobernaciones territoriales, 435 escaños en la Cámara de Representantes y 36 escaños en el Senado. Para el 19 de noviembre, la mayoría del Senado era demócrata (50-49). El escaño restante de Georgia tendrá una elección especial en diciembre. Sin embargo, la Casa de Representantes tendrá una mayoría republicana (218-211).
Camino a las elecciones había un impulso claro. Un estudio de Pew Research dijo que 2/3 de los electores señaló que estas elecciones “realmente importaban”. El dinero puesto en las elecciones también refleja este sentimiento. De acuerdo con Open Secrets, el costo de las elecciones de medio término proyectaba ser más de 1600 millones de dólares. En 2018, fueron solo 570 millones. Este año, los asuntos que preocupaban a los estadounidenses han sido, de acuerdo a Pew Research: la economía, el futuro de la democracia, educación, salud, política energética, crimen violento, política de armas y el aborto. El análisis de Pew mostró que, en el 2018, 66% de los demócratas veían la economía como un asunto importante, en comparación con 85% de los republicanos. En 2022, los números cambian. 65% de los demócratas ven la economía como importante contra el 92% de los republicanos. No solo hay diferencias entre cuales son los problemas del país, los partidos difieren sobre cuáles son los asuntos que importan. La realidad de los representados en la política también cambió. De acuerdo al New York Times, en 2022, había 33 candidatos miembros de la comunidad LGBTQ+ en las candidaturas, casi el doble de 2018. Hubo 25 mujeres nominadas para gobernaciones, un nuevo récord. Además, Maura Healy hizo historia al ser elegida como la primera gobernadora abiertamente lesbiana. Adicionalmente, hubo 11 candidatos afroamericanos al senado, el mismo número que todos los senadores afroamericanos en la historia nacional. La tendencia de diversidad sigue en la cámara baja con la victoria de Maxwell Alejandro Frost en el distrito 10 de Florida, un demócrata afrocubano de 25 años que también es el primer congresista de la Gen-Z. El método de votar también ha cambiado. De acuerdo con las estadísticas generales de voto temprano, 45 millones de personas votaron temprano. En Colorado, Georgia, Kansas, Luisiana, Carolina del Norte y Michigan, 54% de estas personas fueron mujeres, 44.6% fueron hombres. De acuerdo con el New York Times, en promedio, en el mes después de la derogación de Roe v. Wade, los nuevos electores registrados fueron 55% mujeres, un incremento de 5%. Esto se puede atribuir a la decisión de la Suprema Corte. El voto por correo, especialmente el voto por correo anticipado se ha vuelto más popular desde que comenzó la pandemia. Michigan es evidencia. Habían 1,765,000 votos por correo para el 4 de noviembre. En 2018, este número fue de 641,800. Basado en los resultados de 2020, donde 45% de los jóvenes votaron por correo, es seguro asumir que la tendencia siguió. De acuerdo con el Brennan Center, el voto por correo tuvo más retos en estas elecciones, 10 nuevas leyes restrictivas se han implementado desde el año 2020. Algunos expertos atribuyen esto a la idea que la elección “fue robada” que creó miedo en el voto postal. El precedente histórico en las elecciones de medio término es que el partido del presidente pierde poder en el congreso. Sorprendentemente, la supuesta “ola roja” que daría el poder a los republicanos, no se materializó, incluso cuando las encuestas decían que era inminente. Después de todo, pasó en 1994, 2006, 2010 y 2018 pero basándonos en los eventos políticos recientes tiene sentido que fue distinto. En las elecciones pasadas, el derecho constitucional al aborto estaba protegido. No hubo la pandemia del COVID-19 y no había habido un intento de revocar las elecciones y tampoco una insurrección. Las circunstancias preelectorales fueron únicas. Estamos divididos, tanto en nuestros valores como en los asuntos que nos importan. Los candidatos eran más diversos y la manera en que se votó fue diferente, por lo que el resultado fue distinto. La política estadounidense cambió, y las elecciones de 2022 fueron ejemplo de eso. |