Anisocoria severa es un compromiso neurológico, un traumatismo encéfalo craneal, un silencio, una ausencia, un disparo a la razón y al valor de un pueblo a una niña de quince años, a una estudiante de segundo medio del Liceo Consolidada Dávila de la Población Pedro Aguirre Cerda
Geraldine, la chica en cuestión se retuerce balbucea su nombre su cabeza ensangrentada pierde tono pierde vida media hora transcurre y Geraldine asistida por los brigadistas que se agolpan en los faldeos de la Plaza Dignidad
La niña Geraldine su cerebro expuesto va olvidando por segundo una a una sus facultades la madre que tuvo, el padre que tiene las muchas casas y piezas que habitó la noche en que con su padre durmieron en el auto y el día en que caminaron buscando habitación los hermanos que cuidó de pequeña, sus caritas expectantes y su propia expectativa en el pulso que va y vuelve en las horas de la incertidumbre cuando la niña, ojitos deslumbrantes, permanecen cerrados
¡Saltamos los torniquetes del Metro Papá! Papá no soy la única, yo me cuido, somos tantos!! conseguimos algo, un espacio Papá, la lucha es mía Eres tan joven hija mía no te arriesgues, no vayas, que no seas tú en los diarios la niña muerta al día siguiente, la historia mal contada en algún diario que no seas tú hijita! La chica disparada en la frente por un agente del estado, noventa grados a treinta metros de distancia el policía que no seas tú sentada en la cuneta perdiendo la consciencia el cerebro expuesto que no seas tú hija Mi silencio gastado, el miedo mi juventud de terror no salgas, no digas, no compliques a nadie hija te van a matar hija yo esto lo vi en mi infancia, yo lo vi
Infancia robada en desigualdad y carencia es la historia heredada del padre, de la hija de todos los que despertaron porque ya basta una siesta de 30 años termina aquí porque ya basta, porque el estado nos niega, los hijos bastardos de un sistema podrido son todos estos días de lucha, 78 y contando y la voluntad no amaina en la niña, en su padre en la Población Pedro Aguirre Cerda o su Liceo Escuela Consolidada Dávila y sus muros externos en donde se lee: “Los niños nacen para ser felices”