Nadie quiere una Guerra nuclear
“Ni Estados Unidos ni Rusia quieren una guerra nuclear y Alaska puede estar tranquila”, ha señalado a Sol de Medianoche la investigadora puertorriqueña Gabriela Iveliz Rosa-Hernández, del Departamento de Eurasia en el Foreign Policy Research Institute y especialista en el control militar y de armas convencionales de Rusia.A pesar de la cercanía de Alaska, en Estados Unidos, con Siberia, en Rusia, “ninguna de estas dos potencias mundiales, ni tampoco la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), ni por supuesto la Unión Europea o China, desean una guerra nuclear, porque conduciría irremediablemente a la destrucción total. Por tanto, y a pesar de las reiteradas amenazas del presidente ruso Vladimir Putin en este sentido, no va a haberla. Al menos, no la habrá en las actuales circunstancias y nadie de ningún bloque traspasará las “líneas rojas” que aumentarían la tensión existente entre Rusia y Occidente”, ha dicho a Sol de Medianoche la investigadora puertorriqueña Gabriela Iveliz Rosa-Hernández, miembro del Departamento de Eurasia en el Foreign Policy Research Institute (Instituto de Investigación de Política Exterior); graduada en seguridad nacional y Eurasia y especialista en el control militar y de armas convencionales de Rusia.
“Los habitantes del estado de Alaska pueden estar tranquilos a pesar de su cercanía con Rusia”, añade Gabriela Iveliz Rosa-Hernández, quien ha vivido y estudiado en Rusia, Letonia, Estonia, Georgia, Kyrgyzstán, Polonia y Bélgica, entre otros países. Gabriela Iveliz Rosa-Hernández es miembro de la Asociación de Control de Armas de los Estados Unidos, una organización no partidista, sin fines de lucro, cuyo apoyo financiero procede de donantes particulares y de una suscripción de 12 meses a la revista mensual Arms Control Today (Control de Armas Hoy), que trata sobre no proliferación de armas y la seguridad global. El próximo 2 de junio, jueves, tendrá lugar en Washington DC la Reunión Anual de esta Asociación de Control de Armas, que celebra el 50 Aniversario de su fundación “para promover la comprensión pública y el apoyo a políticas efectivas de control de armas”. En esta “cumbre”, se estudiarán diferentes salidas a la crisis internacional planteada con la invasión de Ucrania. “Una guerra que se planteó como una invasión fácil y rápida, pero que durará mucho tiempo, con el desgaste que ello implica”, comenta Gabriela. La Asociación de Control de Armas considera que “para reducir el riesgo de una guerra nuclear y establecer una fuerte distinción entre las amenazas nucleares irresponsables de Putin y el comportamiento de EE. UU., Biden debería ajustar la política declaratoria de EE. UU. aclarando que el único propósito de las armas nucleares es disuadir a otros de que las usen por primera vez. Una política de propósito único descartaría el uso de armas nucleares en un ataque preventivo o en respuesta a un ataque no nuclear contra los Estados Unidos o sus aliados, aumentaría la estabilidad estratégica y reduciría el riesgo de una guerra nuclear”. “Putin seguirá ordenando a sus fuerzas aéreas que vuelen muy cerca del espacio aéreo estadounidense frente a las costas de Alaska, como ya ha hecho reiteradas veces en el pasado reciente. Pero no irá ni un milímetro más allá. No se atreverá. Y Biden ordenará a los cazas estadounidenses que salgan al encuentro de los cazas rusos, para disuadirles de una hipotética violación territorial. Es como un juego en el que ambos bandos se ponen a prueba. Putin se seguirá acercando sus aviones militares a Alaska y Biden, por su parte, seguirá vigilando y diciéndole: te veo”. |