En Alaska la población latinoamericana rebasa el seis por ciento; es decir, somos en el estado alrededor de 50,000 latinos, procedentes de casi todos los países de America Latina. Después de los nativos de Alaska somos la segunda minoría más numerosa, según el censo de 2014. Y sin embargo, ¿dónde estamos cuando suceden cosas que golpean a nuestra población?
Es innegable la capacidad de organizarse que tiene la población latinoamericana. Basta ver la vitalidad que han cobrado estas como el Día de Muertos para saber que aquí hay una comunidad orgullosa de su origen y dispuesta a recibir con una sonrisa a quien se acerque a ella. Sin embargo, el panorama que se vislumbra ante las próximas elecciones y la franca discriminación a la que nos hemos visto sometidos en este preciso momento político nos recuerdan que las reuniones celebratorias no son su cientes.
Hoy más que nunca es importante que los latinos no actuemos como individuos aislados, sino que seamos una comunidad articulada alrededor de las ideas de integración, solidaridad y lazo social. Con este objetivo fundamos Sol de Medianoche. El nombre de este periódico claramente alude a la singularidad geográfica de Alaska. Pero también hace honor a la larga tradición de periódicos de habla hispana titulados El Sol. Y finalmente nos lleva a la idea paradójica de una luz en la oscuridad, como nuestro sol de verano. Eso quisiéramos que fuera nuestro periódico: una luz radiante en medio de la noche, pero también nos gustaría que fuera el primer hilo de una red de colaboración permanente entre los integrantes de la comunidad latinoamericana. Sabemos que vivir en un lugar aislado y lejano de nuestra gente puede tornar- nos vulnerables. Pero también estamos conscientes de que los latinoamericanos hemos aprendido el valor de la colaboración amorosa en un ámbito tan importante como la familia, que es la base de nuestras sociedades. La familia es el corazón que bombea nuestra sangre, el espejo que nos permite reconocernos, saber quiénes somos, conocer nuestro pasado y sentirnos orgullosos de nuestras identidades. La familia es la mesa puesta, la comida de la infancia y el espacio donde nos sentimos a salvo para disfrutarla y compartir. Nuestra confianza en la comunidad comienza con nuestra confianza y amor a la familia, a las raíces. Por eso la apuesta de este periódico nos resulta fundamental: crear un espacio donde los latinos nos sintamos en familia, un foro donde nos encontremos y nos reconozcamos, una publicación cuyo contenido nos nutra y nos guíe. Los beneficios pueden ser enormes: una comunidad informada y conectada es más saludable y exige una mayor transparencia política, crea espacios de colaboración, une a la gente en torno a intereses comunes, mantiene vivas las raíces culturales y nos hace saber que, sin importar el tamaño de los problemas que enfrentemos, nunca estamos solos. De ahí parte nuestra misión: informar, educar y unir a nuestra comunidad. ¡Gracias por formar parte de este proyecto!