Para los latinos que vivimos en los Estados Unidos se avecinan fechas importantes: entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre celebramos nuestras culturas en el Hispanic Heritage Month. Esta fiesta fue instaurada en 1968 por el presidente Lyndon Johnson. Al principio se trataba de una semana dedicada a celebrar las aportaciones de los inmigrantes hispanohablantes a la Unión Americana, y poco a poco el festejo fue cobrando fuerza, hasta que en 1988 el presidente Ronald Reagan firmó el proyecto de ley por el que el Hispanic Heritage Month se extendió a un mes.
Desde su creación, esta festividad se planteaba entre sus objetivos vincular a nuestra comunidad al interior, acercarla a las otras comunidades que también habitan en los Estados Unidos y romper con los estereotipos que existen en torno a los hispanos, para decir con orgullo que llevan sangre latina escritores, artistas visuales, empresarios, académicos, deportistas, científicos, actores de cine y políticos destacados de esta nación.
Con los festejos casi en puerta, las preguntas se vuelven inminentes: ¿qué quiere decir ser latino en Alaska?, ¿qué conservamos los hispanohablantes radicados en la Última Frontera de la cultura de nuestros antepasados y cómo la hemos adaptado a nuestro particular enclave de la Unión Americana? Las respuestas son complejas y para cada quien son diferen- tes. Habrá quien hable desde su posición de activista comunitario, quien levante la voz como artista, quien haga un camino en el deporte, quien busque incidir como empresario. Aunque ciertamente compar- timos rasgos de identidad, hay muchas formas de ser latino. Y justo en ese abani- co de diferencias está una de las riquezas más grandes de nuestra comunidad.
Sol de Medianoche busca dar cuenta de este racimo de voces. Por eso esta edi- ción aborda temas de tan diversos campos de interés. Celebrar esta diversidad siempre nos ha parecido importante. Pero en estos tiempos electorales en que se ha sembrado una campaña de odio hacia los hispanos, nos resulta aún más fundamental. Y es que quienes caen en la trampa de la discriminación lo hacen porque miran estereotipos y no seres humanos verdaderos, porque se sienten amenazados ante las diferencias y porque creen que hay una batalla que librar. Las noticias son que los seres humanos somos más fascinantes que los estereotipos, que las diferencias enriquecen nuestra manera de ver el mundo y que nadie aquí está en guerra. Lo mejor que podemos hacer para contribuir con este país es aprender a sacar valor de nuestra individualidad y tejer lazos comunitarios a partir de aquello que nos hace únicos.
En Sol de Medianoche hemos querido andar este camino de vinculación entre la comunidad y hacia el exterior también. Entre la publicación de nues- tro primer número y esta edición, nos hemos reunido con instituciones públicas y privadas para buscar caminos de colaboración. Entre ellas se encuentran la Oficina del Alcalde, el Departamento de Policía, el Departamento de Salud y el Distrito Escolar. Esperamos que los frutos de estas sesiones se comiencen a sentir desde esta edición y que se sigan saboreando en los números por venir. Con su lectura, los invitamos a dejarse maravillar con la riqueza de nuestra diversidad latina y a celebrar con no- sotros la alegría del Hispanic Heritage Month.
También queremos invitarlos a compartir con nosotros un poco de sus mundos porque la comunicación debe darse en ambos sentidos. Queremos construir una comunidad horizontal en la que todos nos miremos a los ojos. Y eso también incluye a nuestros lectores. Esta-mos dispuestos a escuchar sus mensajes en [email protected].