Restricción a la explotación de hidrocarburos beneficia al medioambiente y la salud de las personas
Por Andreína Barreto Jové, Huella Zero
Las medidas impulsadas por el gobierno federal contribuyen a proteger la biodiversidad local y a las comunidades nativas, afirma una experta.
A poco más de un año de haber aprobado el Proyecto Willow, de la compañía ConocoPhillips, Joe Biden dio marcha atrás a esta decisión en abril de 2024 e impuso nuevas restricciones a la explotación de hidrocarburos en una zona federal ubicada al norte de Alaska. Esto significa un retorno de la administración Biden-Harris a las políticas públicas enfocadas en cuidar y preservar el medio ambiente. Las limitaciones aprobadas por el Departamento del Interior buscan prohibir la perforación de 13 de los 23 millones de acres que conforman la Reserva Nacional de Petróleo en Alaska, una zona que alberga especies protegidas y es considerada como “territorio sagrado” para los indígenas nativos de Alaska.
ConocoPhillips iba a producir 189.000 barriles de crudo al día, procedentes de yacimientos ubicados a 320 kilómetros del círculo polar ártico. Esto suponía una emisión estimada entre 239 y 299 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero durante los próximos 30 años del proyecto, según un análisis del impacto ambiental. En abril, Biden también limitó la construcción del Proyecto de Acceso Ambler, una carretera esencial para llegar a lo que se calcula que es un yacimiento de cobre enterrado bajo tierras ecológicamente sensibles.
Samarys Seguinot-Medina, directora del Programa de Salud Medioambiental de la organización Alaska Community Action on Toxics, aseguró que las propuestas relacionadas con la explotación de hidrocarburos son las responsables de los problemas ambientales en las comunidades ubicadas al norte de Alaska y el Ártico.
“No hay nada más importante que respetar y reconocer la soberanía de los pueblos indígenas, sobre todo cuando la salud humana y ambiental son amenazadas en sus comunidades. Además, provocan serias crisis de salud”, explicó Seguinot-Medina sobre la medida de Biden.
Subrayó que existe una correlación entre la liberación de contaminantes del aire de parte de estas industrias y un aumento de los episodios de asma y diversas enfermedades respiratorias, en niños y personas de la tercera edad en las comunidades del norte de Alaska.
A su juicio, la decisión de la administración Biden-Harris es favorable para la protección de la salud de los indígenas nativos y comunidades más vulnerables; además, fortalece la protección de recursos naturales para las futuras generaciones ante las amenazas del cambio climático.
Asimismo, la experta desestimó las declaraciones de Kaeb Froehlich, director de Amber Metals, quien dijo sentirse “decepcionado” por la decisión de Biden. A juicio del representante de la compañía, el presidente “ignora el apoyo de las comunidades locales” (a la empresa) debido a la creación de puestos de trabajo.
“Estas industrias ofrecen trabajo a los locales, pero son temporales y con un alto costo a la salud y el bienestar del individuo, su familia y su comunidad. Una vez la compañía minera haya agotado el recurso mineral, la persona pierde el trabajo y empieza a padecer de enfermedades crónicas a causa de la exposición”, refutó Seguinot-Medina en una entrevista con Huella Zero. Concluyó que la explotación de hidrocarburos ha dejado un legado histórico de violencia ambiental, destrucción y contaminación que quebranta la cultura indígena nativa de Alaska, la paz y la salud en el lugar.