Alaskeño Obed Vargas brilla para México en el escenario mundial
por pedro graterol
El talento futbolístico de Alaska, Obed Vargas, destaca con los Seattle Sounders y elige representar a México, combinando el orgullo familiar con la ambición profesional.
En un extraordinario viaje de Alaska al escenario mundial del fútbol, Obed Vargas ha emergido como uno de los talentos jóvenes más emocionantes de América del Norte. Con solo 18 años, Vargas está causando impacto como mediocampista estelar de los Seattle Sounders y recientemente dio un gran paso al decidir representar a la Selección Nacional de México, a pesar de sus vínculos previos con el sistema juvenil de EE. UU. Con dos goles y siete asistencias en una temporada sobresaliente, Vargas está demostrando ser una fuerza a tener en cuenta. En una entrevista con SDMN, habló sobre las influencias que moldearon su carrera, sus raíces en la cultura mexicana, el camino que lo llevó hasta aquí y sus logros en esta temporada.
Vargas compartió sus perspectivas sobre la vida como profesional, enfatizando la dedicación que se requiere para competir al más alto nivel. “Una de las mayores lecciones que he aprendido es que ser profesional no solo se trata de presentarse al juego; es un compromiso de 24/7. Descanso, nutrición y cuidar mi cuerpo son esenciales para la constancia.” Esta dedicación inquebrantable ha impulsado su temporada destacada y lo ha ayudado a crecer. A pesar de ser uno de los jugadores más jóvenes del equipo, Vargas ha asumido un rol de liderazgo entre los Sounders, ganándose el respeto de sus compañeros. “Ser más vocal en el campo se ha vuelto más fácil con mis actuaciones”, señaló. Su primer gol fue especialmente definitorio: “Anotar mi primer gol y asegurarme un lugar de titular, especialmente en Filadelfia contra un equipo históricamente difícil, fue enorme. Llevábamos tres partidos sin ganar, así que fue un momento poderoso para mí y el equipo.”
Además de su determinación, Vargas está profundamente conectado con su herencia mexicana. Su reciente decisión de jugar para México en lugar de EE. UU. refleja un profundo cariño por el país de su familia. “Elegir a México fue fácil porque es el equipo que crecí viendo y admirando”, compartió Vargas. Sus compañeros han apoyado su elección, y representar a México se siente natural dada la historia de su familia. “Mi conexión con México es profunda gracias a mis abuelos y padres. Aunque crecí en Alaska, nos criaron con tradiciones mexicanas, especialmente el idioma. Mis hermanos y yo asistimos a programas en español en Government Hill y Romig, y eso es algo que llevamos con orgullo.”
Para Vargas, la influencia de su familia ha sido profunda, con su padre marcando su pasión por el fútbol desde niño. “Mi papá fue mi primer entrenador y ha estado ahí en cada paso del camino”, recordó Vargas. Atribuye a su familia no solo su amor por el fútbol, sino también su decisión de representar a México, explicando: “Siempre digo que juego para mi familia, y mi familia es de México.”
Mientras se prepara para la Liga de Naciones de la Concacaf y sueña con el Mundial, Vargas está decidido a demostrar su valía. “Lo único que puedo hacer ahora es seguir dando lo mejor de mí en mi club para demostrar que merezco estar allí.” A los jóvenes atletas que aspiran a jugar profesionalmente, su consejo es simple pero poderoso: “Vas a tener que sacrificar mucho para alcanzar tus sueños. La fortaleza mental y la disciplina son las que te ayudan a superarlo.”