Chunk, el oso del regreso triunfal se corona en la Fat Bear Week
por pedro graterol
La Fat Bear Week (Semana del Oso Gordo) de Alaska coronó a Chunk, un resistente oso pardo que superó una lesión para convertirse en el redondo campeón de este año.
Cada octubre, cuando las corridas de salmón comienzan a disminuir y se acerca el invierno, el mundo dirige su mirada hacia el Parque Nacional Katmai para disfrutar de una de las tradiciones más entrañables de Alaska: la Fat Bear Week. Lo que comenzó hace una década como una modesta promoción del parque se ha convertido en una celebración mundial de la resistencia de la vida silvestre, que reúne más de un millón de votos en línea de fanáticos que animan a los osos pardos más grandes y redondos del parque.
El campeón de este año, un imponente oso conocido como 32 Chunk, pesa más de media tonelada y carga no solo con un tamaño impresionante, sino también con una historia igualmente notable de perseverancia. A comienzos del verano, Chunk sufrió una grave lesión en la mandíbula, probablemente como resultado de un enfrentamiento territorial durante la temporada de apareamiento. Aunque una herida así pudo haber sido devastadora, se adaptó, aprendiendo nuevas formas de pescar y alimentarse a lo largo del río Brooks en Katmai. Para el otoño, se había transformado en un símbolo de supervivencia y en el favorito del público.
En un torneo de doce osos con formato de eliminatorias, Chunk avanzó a través de varias rondas de votación antes de derrotar a su rival, el oso 856, en la final. Este año se emitieron más de un millón y medio de votos, la cifra más alta en la historia del evento. El concurso, organizado por el Servicio de Parques Nacionales en colaboración con explore.org y la Katmai Conservancy, permite a espectadores de más de cien países seguir a los osos mediante cámaras en vivo mientras compiten, sin saberlo, por la fama mundial.
Más allá de la competencia amistosa, la Fat Bear Week cumple un propósito más profundo. El evento llama la atención sobre el ecosistema crítico de Katmai y la importancia de los saludables flujos de salmón, que impulsan la notable transformación estacional de los osos. Al darse un festín de salmón, a veces consumiendo hasta cuarenta y cinco kilogramos al día, los osos se preparan para los largos meses de hibernación, durante los cuales no comen ni beben. Un oso bien alimentado tiene muchas más probabilidades de sobrevivir al extenso y austero invierno de Alaska, especialmente las hembras que dan a luz durante la hibernación. La historia de Chunk resuena porque refleja las cualidades que los habitantes de Alaska conocen bien: resistencia, adaptabilidad y fuerza frente a la adversidad. Su victoria no solo es un testimonio de la capacidad de recuperación de la naturaleza, sino también un recordatorio del delicado equilibrio que sostiene la vida en el Norte. Ahora, mientras las riberas del río se vuelven silenciosas y los osos se retiran a sus madrigueras, Chunk descansa como el monarca reinante de Katmai, un título más que merecido para un oso que convirtió la dificultad en triunfo y la grasa en fama.