Copa América 2024: Una prueba crucial para EE.UU. antes del Mundial 2026
por pedro graterol
La última edición del torneo internacional de fútbol más antiguo del mundo se celebró en EE.UU. y, entre los emocionantes partidos, crecen las preocupaciones sobre la preparación de la infraestructura estadounidense de cara al próximo Mundial.
La Copa América, el torneo de fútbol más importante de Sudamérica y la competición internacional de fútbol más antigua del mundo, acaba de concluir. La edición de este año tuvo lugar en EE.UU. y, aunque marca un hito importante en la historia del desarrollo del fútbol en el país, también trae una amplia variedad de preocupaciones, ya que el torneo sirvió como un ensayo general para el próximo Mundial 2026, que, aunque también se celebrará en México y Canadá, tendrá lugar en gran parte en Estados Unidos. Mientras Argentina levanta este prestigioso trofeo, repasemos la historia de este torneo y lo que significa en tanto EE.UU. se prepara para ser anfitrión del Mundial.
Inaugurada en 1916 como el Campeonato Sudamericano para celebrar el centenario de la independencia de Argentina, el primer torneo contó con la participación de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, siendo Uruguay el ganador del título inaugural. Este evento sentó las bases para la creación de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), formalizada en el mismo año para supervisar los futuros torneos. También se convirtió en el origen de la icónica rivalidad entre Argentina y Uruguay. Desde entonces, la Copa América ha crecido en prestigio y alcance, convirtiéndose en uno de los principales promotores del fútbol en la región. La frecuencia del torneo ha variado a lo largo de las décadas, con algunos largos recesos, como el que tuvo lugar entre 1929 y 1935 debido a tensiones políticas y otro entre 1967 y 1975 con el surgimiento de la Copa Libertadores.
En 1975, la competición fue renombrada a Copa América, introduciendo un formato de ida y vuelta. La estructura evolucionó con el tiempo, con la inclusión de los diez miembros de CONMEBOL y eventualmente expandiéndose para invitar a dos equipos adicionales de fuera de Sudamérica, comenzando en 1993. Esta inclusión de equipos no sudamericanos como México y Estados Unidos tenía como objetivo aumentar el atractivo global del torneo, con México logrando un notable éxito, incluyendo dos subcampeonatos. El proceso de expansión transcontinental alcanzó un nuevo nivel con la edición de 2016. Celebrada en Estados Unidos para conmemorar el centenario del torneo, esta edición marcó la primera vez que la Copa América tuvo lugar fuera de Sudamérica. Este evento, con 16 equipos de CONMEBOL y CONCACAF (Confederación de Norteamérica, Centro America y el Caribe de Futbol), destacó la estatura global de la competición, con Chile emergiendo como campeón.
Avanzando hasta 2024, la Copa América se celebró nuevamente en Estados Unidos. Esta decisión, confirmada en enero de 2023 como parte de una colaboración estratégica entre CONMEBOL y CONCACAF, incluye a seis naciones de CONCACAF como equipos invitados: EE.UU., Canadá, Jamaica, Panamá, México y Costa Rica. Este arreglo no solo fortalece las relaciones internacionales, sino que también sirve como evento preparatorio para el próximo Mundial 2026, que será predominantemente en Estados Unidos, junto con México y Canadá.
Sin embargo, la elección de celebrar la Copa América en EE.UU. ha revelado varios desafíos logísticos e infraestructurales que deben abordarse antes del Mundial. Notablemente, la condición de las superficies de juego ha sido objeto de escrutinio. El estadio Mercedes-Benz de Atlanta y el MetLife Stadium cerca de Nueva York han enfrentado críticas de jugadores como el argentino Emiliano Martínez y el brasileño Vini Jr. por las malas condiciones del campo. Instancias de lesiones atribuidas a la superficie del campo, como las de Edson Álvarez de México y Luis Advíncula de Perú, han generado alarmas sobre la seguridad de los jugadores. De manera similar, el calor extremo del verano en muchas partes de Estados Unidos ha afectado el rendimiento de los jugadores y la comodidad de los espectadores. Por ejemplo, la ola de calor durante un reciente partido en Kansas City resultó en miles de asientos vacíos en el Children’s Mercy Park.
Además, han surgido problemas de asistencia debido a los altos precios de los boletos y los costosos viajes. La descentralización de la venta de boletos, que contrasta con torneos anteriores donde CONMEBOL controlaba los precios, ha llevado a costos más altos para los espectadores, resultando en menores asistencias a pesar de la gran capacidad de los estadios en EE.UU. Esta falta de asistencia se agrava por problemas de transporte. Muchos estadios están ubicados lejos de los centros de las ciudades, y EE.UU. carece de un sistema de transporte público eficiente comparable al de otros países que albergan grandes torneos.