Crisis silente, plástico y microplásticos, amenaza a la salud humana
Por samarys seguinot medina
Hay evidencia que la exposición a MP está relacionada con enfermedades cardíacas y hepáticas, insuficiencia renal, y problemas cognitivos como la demencia (EWG 2024).
Los plásticos, microplásticos (MP) y nanoplásticos (NP) son una preocupación que sigue aumentando debido a su persistencia en el ambiente ya que tardan cientos a miles de años en degradarse. Estudios han encontrado MP y NP en el cerebro (TENDR 2024), causando daño a la salud humana y a otros organismos. También se ha encontrado MP en la placenta (Garcia 2024), en la sangre de humanos (Marfella 2024) y en el aire que respiramos (CIEL 2024). Aún más alarmante, los MP están afectando directamente la salud reproductiva de hombres y mujeres. Investigadores analizaron 23 testículos de humanos y 47 testículos de perros y encontraron MP en cada muestra (Hu 2024). Los humanos tenían tres veces más plástico en los testículos que los perros. En el estudio, los testículos de los perros con concentraciones más altas de MP tienen niveles de espermatozoides más bajos. Hay evidencia que la exposición a MP está relacionada con enfermedades cardíacas y hepáticas, insuficiencia renal, y problemas cognitivos como la demencia (EWG 2024).
El plástico uno de los materiales más producidos y utilizados en el planeta tierra. En la era de la industrialización se consideró una maravilla por su variedad de usos. En los años 80 y 90 hubo una explosión en la producción global, distribución y uso de plásticos en el mundo.El reciclaje se presentó como una solución para disminuir y lidiar con el problema del plástico en vertederos, en rellenos sanitarios, cuerpos de agua contaminados y la amenaza a la vida silvestre. Estados Unidos (EU) sólo recicla un 5% de sus desperdicios plásticos (BP 2024). Demostrando que el reciclaje en los EU es una solución falsa y que dicho material es enviado a países pobres (McCormick 2019). Afectando la salud de millones de personas de color y desventajadas. Así contaminando las aguas, la tierra y poniendo en riesgo la salud de los más vulnerables. Se estima que hay más de 16,000 químicos asociados a plásticos o a su producción (PPC 2024). Desde la extracción, durante su procesamiento y su disposición presentan diversas rutas de exposición a estos aditivos (CIEL 2024). Estos no han sido apropiadamente evaluados y regulados para entender su impacto a la salud. Poniendo a la industria química por encima del derecho humano a saber y el derecho a agua, aire y tierra libre de tóxicos.
Es importante considerar los efectos sinérgicos negativos de los plásticos y el cambio climático, el cual está afectando significativamente a los más vulnerables, especialmente en las comunidades que viven en el Ártico (ACAT 2024). Como ciudadanos debemos de exigir legislación urgente que atienda la crisis de plástico de un sólo uso. Debemos exigir a la industria una responsabilidad extendida del productor para considerar el manejo responsable durante todo el proceso de diseño, fabricación, y disposición final del producto. Debemos demandar del gobierno que apoye los acuerdos internacionales como lo son el Tratado de Plástico y el Tratado de Estocolmo.
Debemos priorizar estudios que atiendan el problema con un lente de salud mental. Para así entender el serio problema del consumismo desmedido de plásticos en EU y el mundo. Debemos fomentar la conexión del ser humano con su mundo natural, e integrar transición justa en todos los ámbitos sociales, promoviendo economía circular, mejor gobernanza, tecnología verde, priorizando seguridad alimentaria y un sistema educativo que promueva la sustentabilidad.
La Dra. Samarys Seguinot-Medina es Boricua, directora de salud ambiental en ACAT y reside en las tierras Dena’ina, Alaska.