Deportaciones, arrestos e incertidumbre: Dentro de la nueva política migratoria de Trump
Por sdmn
Las nuevas políticas migratorias de Trump han llevado a un aumento en los arrestos y deportaciones, incluyendo la remoción acelerada y vuelos militares. Se ha reinstaurado la política de “Permanecer en México” y se han suspendido los servicios de asistencia legal. Aunque algunas acciones enfrentan desafíos legales, el impacto completo podría tardar años en desarrollarse.
Las últimas políticas migratorias de Donald Trump, implementadas durante su primera semana en el cargo, han provocado cambios significativos en la forma en que Estados Unidos hace cumplir las leyes migratorias. Estas acciones, que incluyen órdenes ejecutivas, deportaciones y un aumento en los arrestos, son una extensión de la promesa de Trump de reforzar la seguridad fronteriza y acelerar las deportaciones. Mientras que algunas de estas medidas ya están en vigor, otras enfrentan desafíos legales o podrían tardar años en completarse.
Uno de los cambios más notables ha sido un aumento significativo en el número de arrestos por parte de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). En solo unos días, ICE realizó un promedio de 710 arrestos diarios, casi duplicando el promedio de arrestos diarios realizados bajo la administración anterior. Las redadas, que han involucrado la coordinación con otras agencias federales como el FBI y la DEA, han resultado en operaciones de alto perfil en ciudades como Chicago, Atlanta y Dallas, e incluso han comenzado a incluir lugares previamente considerados “seguros”, como hospitales y escuelas. Aunque ICE ha ampliado su alcance para incluir a cualquier persona en EE. UU. de manera ilegal, no solo a individuos con antecedentes penales, los efectos de este cambio en la política aún se están desarrollando.
Otro avance clave es la expansión de las remociones aceleradas, lo que permite a ICE deportar a personas sin audiencia judicial en ciertas circunstancias. Este proceso de deportación rápida ya ha enfrentado la oposición de organizaciones de derechos civiles como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), que argumentan que viola las protecciones del debido proceso. ICE no ha informado cuántas personas ha deportado desde el inicio de la nueva administración de Trump, pero la Casa Blanca ha destacado los vuelos de deportación, incluidos los vuelos militares.
En la frontera, Trump ha puesto fin a varios programas que permitían a ciertos migrantes ingresar legalmente a EE. UU., incluido el uso de la aplicación CBP One que permitió a miles de personas buscar refugio con permisos temporales. La política de “Permanecer en México”, que exige que los solicitantes de asilo esperen en México mientras se procesan sus casos, ha sido reinstaurada, complicando aún más el proceso migratorio. La administración Trump también ha causado revuelo al terminar el programa de reasentamiento de refugiados y suspender temporalmente los servicios de asistencia legal migratoria. Estos movimientos señalan un esfuerzo más amplio para restringir la inmigración legal y limitar el apoyo a las personas que navegan por el sistema de inmigración de EE. UU. A pesar de la naturaleza agresiva de estas políticas, algunas de las promesas de Trump, como el posible uso de fuerzas militares para el control fronterizo, aún se encuentran en sus primeras etapas y enfrentan desafíos legales. Si bien el impacto en las comunidades inmigrantes ha sido inmediato y preocupante, el alcance completo de la reforma migratoria de Trump podría tardar años en materializarse por completo.