El Senado lucha por avanzar con la Ley “Un gran y hermoso proyecto” de Trump
Por pedro graterol
El ambicioso proyecto de gasto de Trump enfrenta resistencia del propio Partido Republicano en el Senado por su impacto en la deuda, los recortes a Medicaid y el aumento del techo de deuda, lo que pone en riesgo revisiones sustanciales.
La “Ley Un Gran y Hermoso Proyecto” (One Big Beautiful Bill Act), el eje actual de la agenda de política interna del presidente Trump, enfrenta obstáculos significativos en el Senado. La iniciativa fue aprobada por un margen estrecho en la Cámara de Representantes y propone importantes recortes fiscales, aumentos en el gasto militar y en seguridad fronteriza, y reducciones sustanciales a Medicaid. Los líderes republicanos esperan aprobar la legislación mediante el proceso de reconciliación presupuestaria, que solo requiere una mayoría simple en el Senado. Sin embargo, con una mayoría limitada, no pueden permitirse perder más de tres votos de su propio partido. Varios senadores republicanos, como el senador de Kentucky Rand Paul, ya han manifestado sus reservas sobre el proyecto en su forma actual.
Uno de los principales puntos de discordia es el impacto del proyecto sobre la deuda nacional. La legislación extiende los recortes fiscales de Trump de 2017 e incluye una pausa temporal en los impuestos a las propinas y al pago de horas extra.
La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) estima que el proyecto sumaría aproximadamente 3.1 billones de dólares a la deuda en los próximos diez años, incluso considerando recortes de gasto por alrededor de 1.5 billones de dólares. Algunos analistas advierten que, si las disposiciones temporales se convierten en permanentes, el costo a largo plazo podría ser mucho mayor y colocaría a Estados Unidos en una posición peligrosa en el mercado de bonos.
Otro componente preocupante del proyecto es la magnitud de los recortes a Medicaid. La propuesta plantea la introducción de requisitos laborales, la reducción de los períodos de inscripción y la eliminación de lo que los republicanos describen como abuso, fraude y despilfarro. Aunque estos cambios reducirían el gasto federal en cientos de miles de millones de dólares, análisis previos sugieren que podrían aumentar los costos estatales sin generar un aumento significativo en el empleo. Los recortes a Medicaid casi hicieron fracasar el proyecto en la Cámara y siguen siendo un tema de intenso debate entre los senadores republicanos, en particular para el senador de Misuri Josh Hawley.
El proyecto también contempla un aumento de 4 billones de dólares en el techo de la deuda federal. Sus defensores argumentan que este aumento es necesario para evitar un posible incumplimiento del gobierno a finales de este año, pero los conservadores fiscales consideran que es incompatible con un esfuerzo serio por controlar el déficit. La magnitud de este aumento ha intensificado las preocupaciones entre senadores republicanos que ya se muestran incómodos con el impacto fiscal general del proyecto.
Las reglas del Senado presentan otro desafío. La llamada Regla Byrd permite a los senadores eliminar disposiciones no presupuestarias de los proyectos de reconciliación. Medidas relacionadas con la regulación de la inteligencia artificial, el poder judicial, la política de armas y la financiación de Planned Parenthood podrían ser eliminadas en la versión final. Si el Senado introduce cambios sustanciales, el proyecto modificado deberá regresar a la Cámara para una nueva votación. Los líderes republicanos esperan enviar el proyecto definitivo al presidente Trump antes del 4 de julio. Sin embargo, las profundas divisiones dentro del partido y el complejo proceso legislativo hacen que sea probable que se introduzcan cambios significativos antes de que el proyecto llegue al escritorio del presidente.