El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ratificó la muy disputada victoria de Maduro
El Tribunal Supremo de Justicia pro-Maduro de Venezuela ratificó la victoria de Maduro en una elección altamente disputada, en medio de la condena de la comunidad internacional y evidencias de una victoria de la oposición.La Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), liderada por la magistrada abiertamente progubernamental Caryslia Rodríguez, emitió un fallo que certificó los resultados de las elecciones, declarándolos “incuestionables” y validando la victoria reclamada por Maduro. Esta medida siguió a una investigación solicitada por el propio Maduro, quien buscaba sofocar la creciente agitación y tranquilizar a sus escépticos aliados internacionales. Sin embargo, muchos ven la decisión del tribunal como un ejemplo más de la sumisión del poder judicial al partido gobernante.
La victoria impugnada de Maduro fue anunciada inicialmente por el Consejo Nacional Electoral (CNE) el 29 de julio, basándose en lo que ellos afirmaban era el 80% de los votos contados, los cuales, según dijeron, mostraban una ventaja “irreversible” para Maduro. Sin embargo, la oposición, citando sus propios datos, argumenta que su candidato, Edmundo González Urrutia, fue el verdadero ganador, habiendo obtenido el 67% de los votos en comparación con el 30% de Maduro. Estas alegaciones se ven respaldadas por la publicación de datos electorales de la oposición provenientes del 80% de las mesas de votación, que contrastan marcadamente con los resultados oficiales. En respuesta a estas afirmaciones, el TSJ desestimó las alegaciones de la oposición, señalando que González Urrutia no se presentó a las audiencias judiciales, lo que el tribunal utilizó para justificar su decisión. El fallo del tribunal también incluyó una directiva al fiscal general para investigar posibles delitos relacionados con las afirmaciones de la oposición, incluyendo cargos de falsificación de documentos y conspiración. Además, el gobierno de Maduro continuó su creciente persecución de la disidencia. Hasta ahora, según la ONG Foro Penal, más de 1500 ciudadanos han sido arrestados y casi 30 han sido asesinados. Sin embargo, este fallo es otra iteración de la larga historia de manipulación judicial del TSJ en Venezuela a favor del partido gobernante PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela). Desde finales de la década de 1990, el poder judicial ha caído progresivamente bajo el control del gobierno. Este legado de parcialidad ha socavado gravemente la credibilidad del tribunal, con la oposición y muchos observadores internacionales viendo al TSJ como una extensión del poder ejecutivo en lugar de un árbitro independiente. Tanto González Urrutia como María Corina Machado han denunciado la decisión del tribunal como un intento flagrante de legitimar un proceso electoral que consideran fraudulento, profundizando aún más la crisis política de Venezuela. Además, algunos de los aliados de Maduro en la región como México y Colombia, al igual que Argentina, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Panamá y varias otras naciones continúan pidiendo al gobierno que presente pruebas de su victoria electoral. |