“A mucha gente le da miedo lo fuerte que puede ser la imaginación”.
POR FRANCESCA DUBROCK
Ana Teresa Fernández. Borrando la frontera, 2013. Óleo sobre tela.
Fotos cortesía: Ana Teresa Fernández.
Ana Teresa Fernández es una artista mexicana que trabaja en San Francisco en una variedad de lenguajes artísticos, que incluyen pintura al óleo, escultura, video, proyectos comunitarios y arte público. Su trabajo a menudo critica las ideas fijas y los estereotipos culturales, y permite descubrir las barreras psicológicas y físicas de género, raza y clase en nuestra sociedad.
Naciste en Tampico, México, y te trasladaste a San Diego cuando eras aún niña. ¿Nos puedes contar un poco acerca de tu formación y de cómo tu experiencia entre ambos países impactó tu camino como artista? Viví en Tampico hasta cumplir los 11 años. Tampico es una ciudad en la costa del Golfo de México. Podría decir que es algo surrealista. Está rodeada de agua: lagos, lagunas con lagartos, ríos y el mar. Es una ciudad con una vegetación exuberante. Cuando ves una ciudad delineada por el agua te das cuenta que la naturaleza no entiende de barreras o fronteras. El hombre es quien crea las separaciones. Esto lo noté aún más claramente cuando nos mudamos a los Estados Unidos. En San Diego viví por primera vez la experiencia de ser vecinos de otro país, con una cerca que nos dividía.
Del lado americano los pastos estaban muy bien podados; las casas eran muy semejantes en estilo, y la ciudad mostraba un orden que jamás había visto. Del lado de México cada cuadra tenía diferentes estilos de casas, con todos los colores del arcoíris. Podría decir que en México había un caos ordenado. En mis años en México aprendí sobre la ingenuidad, y a crear algo con lo que uno tiene. En Estados Unidos me di cuenta que mi voz como mujer es valiosa y tiene un peso importante.
Tu trabajo responde a temas sociales. Cuéntanos un poco acerca de los momentos (o un momento en específico) que despertó tu conciencia social. ¿Qué papel juega el arte cuando los artistas se enfrentan con estos temas? Mis padres siempre han sido personas con mucho corazón y conciencia social. Ellos fueron quienes nos inculcaron que viéramos el mundo de manera más profunda, nos enseñaron que todas nuestras acciones afectan a nuestra sociedad y que tenemos que poner esfuerzo y corazón a todo lo que hacemos, creamos y tocamos.
Mi mamá lleva más de 15 años trabajando con inmigrantes y documentando la frontera entre México y Estados Unidos. Ella ayudaba a que las familias separadas pudieran conectarse en ese espacio entre San Diego y Tijuana que se llama Parque de la Amistad. Antes del 2009 las familias de los dos lados podían abrazarse a través de la cerca. Ahora es imposible; sólo logran tocarse con la punta de los dedos. El ver sus imágenes de hombres y mujeres afectados por esta cerca me impulsó a crear acciones en este sitio.
El arte tiene el poder de tocar ese nervio que logra que la gente se concientice. Muchas veces las noticias no son suficientes para acercar a las personas, no importa qué tan triste o difícil sea una historia. El arte puede borrar esa distancia, puede crear un espacio que acerca a individuos a esas historias o situaciones.
¿Qué haces cuando te sientes desalentada? ¿En dónde encuentras inspiración? Surfeo mucho, y en el agua me vuelvo a encontrar. El agua me anima, y me motiva. Siempre encuentro inspiración en el agua.
Me gusta mucho tu proyecto Borrando la frontera. ¿Puedes describirlo brevemente? ¿Cuál fue la lección más importante que aprendiste cuando lo hiciste? ¿Qué viene después para ti? Borrando la frontera nació en el 2011. Bajo la administración de Obama, cancelaron las visitas en el Parque de la Amistad. Cuando vi que las familias ahora sólo podían verse a través de esa malla con pequeños hoyos, me llené de ira y de tristeza. Se me vino la idea de usar la pintura como una arma, como mi herramienta de batalla. Y fue cuando decidí borrar la frontera. Quería crear la ilusión de un hueco enorme en la cerca, una pausa visual para que la gente que frecuenta la playa pudiera descansar un segundo de esa bestia que separa a México de Estados Unidos. Aprendí que mucha gente no se permite soñar viendo otras opciones, otra manera de ver lo posible, y que a mucha gente le da miedo lo fuerte que puede ser la imaginación.
¿Qué es lo que más te interesa aprender o experimentar en Alaska? Me gustará observar tanto su belleza natural como la belleza de su cultura. Observar y escuchar lo que conozca y a quien conozca me enriquecerá. Alaska me aportará una nueva experiencia de vida. Ahora me enfoco en la migración en el Mediterráneo. Hoy día es la frontera más peligrosa que existe. El Mediterráneo ha tomado mas de 8,000 vidas en los últimos dos años. Y los números siguen aumentando. La gente quiere una mejor vida y arriesga todo para mejorar su situación.
El trabajo de Ana Teresa Fernández forma parte de la exposición Unsettled que se presentará en el Anchorage Museum del 13 de abril al 9 de septiembre de 2018.
Francesca DuBrock es curadora en el Anchorage Museum y fue estudiante de pintura de Ana en el San Francisco Art Institute.