Faltan vacunas en Alaska y el COVID amenaza a bebés, adolescentes y ancianos por CARLOS MATÍAS
Las autoridades sanitarias de Alaska avisan de un retraso “preocupante” de suministro de vacunas pediátricas contra el COVID, mientras un nuevo estudio demuestra que los niños y adolescentes tienen el doble de probabilidades de desarrollar coronavirus prolongado tras una segunda infección, con consecuencias nefastas para su salud.
“La falta de suministro para niños en Alaska es preocupante y me comunico diariamente con los CDC (Centros para el Control de Enfermedades) para resaltar la importancia del acceso para todos los habitantes de Alaska”, dice a Sol de Medianoche Sarah Aho, gerente del Programa de Inmunización de la División de Salud Pública.
“Con el cronograma desconocido de la vacuna COVID que llega a través del Programa de Inmunización, algunas clínicas rurales están considerando comprar la vacuna de forma privada para sus pacientes”, añade Sarah Aho.
Un estudio publicado el 30 de septiembre evidencia de que las reinfecciones por coronavirus “pueden aumentar el riesgo de consecuencias para la salud a largo plazo y contradice la idea de que infectarse una segunda vez podría conducir a un resultado más leve”.
Las autoridades sanitarias de Alaska señalan que “los adultos mayores tienen el mayor riesgo de enfermarse gravemente”. Más del 81% de las muertes se producen en adultos con más de 65 años y el número de fallecimientos es 97 veces mayor que en personas de 18 a 29 años.
“Su riesgo de enfermarse gravemente aumenta con las afecciones médicas subyacentes”, añaden. “Algunas personas corren un mayor riesgo debido a su lugar de residencia o trabajo, o a la falta de acceso a atención médica. Esto incluye a muchas personas pertenecientes a minorías raciales y étnicas, así como a personas con discapacidad”.
“Los niños y adolescentes con obesidad, diabetes, asma, enfermedad pulmonar crónica, anemia o inmunodeprimidos pueden tener mayor riesgo de enfermar gravemente de COVID-19”, asegura el CDC en Alaska, que recomienda a los padres mantener a sus hijos al día con las vacunas, si bien “los padres de niños de 6 meses a 17 años deben analizar los beneficios de la vacunación con un proveedor de atención médica”. El pasado agosto fue el mes con más casos de COVID: más de mil, en contraste con la tendencia en el resto del país. Las cifras más altas de agosto en Alaska pueden reflejar el flujo de más personas dentro y fuera del estado en verano, según Sarah Aho.