Hablamos con un tripulante de la flotilla solidaria hacia Gaza
por carlos matías
“Sabemos que los soldados israelíes no van a dejarnos llegar a Gaza. Pero nuestra travesía y la del resto de flotillas solidarias están removiendo la conciencia de todo el mundo”, dice a Sol de Medianoche José Lozano Maneiro, español buen conocedor de Alaska (donde quiere volver “cuando acabe todo esto”), a bordo del barco Conscience.
Casi 400 activistas de 49 nacionalidades distintas (Greta Thunberg y Mandla Mandela, nieto de Nelson Mandela, ente ellos, y también muchos latinoamericanos) intentaron llevar a Gaza ayuda humanitaria en 44 barcos, que habían zarpado entre agosto y septiembre de Italia (Otranto, Génova y Catania), España (Barcelona), Grecia (Syros) y Túnez.
Era la Global Sumud Flotilla, que Israel interceptó en aguas internacionales el 1 y 2 de octubre. Las manifestaciones en apoyo de Palestina libre y contra el genocidio se multiplicaron por América Latina y Europa. La noticia dio la vuelta al mundo.
Sin embargo, otras flotillas solidarias, una turca y otra europea, la Freedom Flotilla Coalition, liderada por el Conscience, siguen surcando el Mediterráneo con destino a Gaza a la hora de cerrar esta edición.
El Conscience lo hace regularmente desde hace 15 años, sufriendo sistemáticamente ataques israelíes en cada intento. En 2010, su primera travesía hacia Palestina, los soldados israelíes atacaron la embarcación en Creta y mataron a tiros a diez de sus navegantes. En mayo pasado (último intento, excluyendo el de ahora), el Conscience fue atacado con drones en Turquía y las reparaciones de los destrozos ocasionados han durado cuatro meses.
La flotilla europea de la Freedom Flotilla Coalition, aunque europea, está compuesta por 92 personas (sanitarios, periodistas y activistas) en nueve barcos. El Conscience es el más grande. A bordo viajan ciudadanos latinos, estadounidenses, canadienses, neozelandeses, australianos, franceses, italianos, españoles, libaneses, palestinos e israelíes. Sí, sí: israelíes.
Uno de ellos es el español José Lozano Maneiro, uno de los pocos corresponsales de guerra en el mundo que sobrevivieron a los ataques israelíes de la Guerra del Líbano en 1982 y que vio personalmente al líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, escapar del asedio a Beirut y huir a Grecia, y luego a Túnez, donde estableció un nuevo cuartel general.
José Lozano recorrió Alaska hace algo más de 15 años. Visitó Juneau, Kodiak, Fairbanks y pasó a Canadá por el territorio de Yukon, donde durmió en la misma cabaña de Dawson City, en la que Jack London escribió sus famosas novelas sobre la Fiebre del Oro en Alaska y Yukon.
“Quiero volver a Alaska cuando acabe todo esto”, dice a Sol de Medianoche José Lozano desde el Conscience. “Ahora nos estamos preparando a diario para el previsible abordaje de las fuerzas israelíes, que se producirá con casi total seguridad. Sabemos que no van a dejarnos llegar a Gaza. Pero nuestra travesía y la del resto de flotillas solidarias están removiendo la conciencia de todo el mundo”.
Sol de Medianoche permanecerá en contacto diario con la flotilla mientras el ejército israelí y el Mossad no interfiera las comunicaciones.
