Marco Rubio asume las riendas del Departamento de Estado
Marco Rubio es el nuevo Secretario de Estado de Trump. Antes rivales en 2016, ahora aliados, Rubio describe una postura firme frente a China, pide el fin de la guerra de Rusia en Ucrania y respalda la compra de Groenlandia. A continuación, se embarcará en una gira por Centroamérica para frenar la migración.Marco Rubio fue confirmado por el Senado como Secretario de Estado del presidente Donald Trump, convirtiéndose en el primer alto funcionario del gabinete en recibir aprobación en la nueva administración. La votación de 99-0, que se llevó a cabo apenas unas horas después de la toma de posesión de Trump, evidenció un abrumador respaldo bipartidista. Rubio, quien comenzó a ejercer como senador republicano por Florida en 2011, recibió el respaldo tanto de demócratas como de republicanos. Los miembros del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, uno de los más prestigiosos de la institución, lo calificaron de sumamente capacitado.
Rubio solía ser un feroz opositor de Trump durante las primarias republicanas de 2016, un periodo marcado por intercambios de insultos, como cuando Rubio llamó “estafador” a Trump y Trump se refirió a Rubio con el apodo despectivo “Little Marco”. Su relación ha evolucionado considerablemente, culminando en el nuevo rol de Rubio como un aliado clave en el equipo de política exterior del presidente. Durante su audiencia de confirmación, Rubio enfatizó la importancia de la OTAN y mencionó una ley bipartidista que él copatrocinó, la cual impediría cualquier salida de la alianza sin la aprobación del Congreso. Con respecto a China, Rubio instó a adoptar una postura firme, describiendo al Partido Comunista Chino como un adversario formidable en los ámbitos tecnológico, económico e industrial. Afirmó que Estados Unidos debe reforzar su base de manufactura interna y reducir la dependencia de cadenas de suministro externas. Al hablar de la guerra en curso de Rusia contra Ucrania, Rubio consideró poco realista esperar que las fuerzas rusas retrocedan completamente a las posiciones anteriores a 2022 y abogó por convertir el fin de la guerra en un objetivo explícito de la política estadounidense. Las prioridades de Rubio también abarcan el polémico plan de Trump de comprar Groenlandia, al que calificó como vital para los intereses de Estados Unidos. A pesar de sus intentos de suavizar las declaraciones anteriores de Trump sobre el posible uso de la fuerza militar, Rubio indicó que no se debería descartar ninguna ventaja de negociación en las conversaciones con Dinamarca. Según Rubio, el deshielo del Ártico presenta oportunidades y riesgos que requieren una respuesta enérgica por parte de Estados Unidos. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, designó a la fiscal general del estado, Ashley Moody, para ocupar el escaño de Rubio en el Senado, garantizando así la continuidad de la representación republicana. Seguidamente, la agenda de Rubio contempla una gira por cinco países de Centroamérica, donde buscará frenar la migración, contrarrestar la influencia china y concretar la ambición de Trump de reafirmar el control de Estados Unidos sobre el Canal de Panamá. El recorrido lo llevará a Panamá, El Salvador, Costa Rica, Guatemala y la República Dominicana, marcando la primera vez en más de un siglo que la primera visita al extranjero de un secretario de Estado se centra en esta región. Con estas prioridades definidas, el mandato de Rubio se perfila para redefinir la política exterior de Estados Unidos bajo la administración Trump. |