Ríos de Alaska cambian de color a causa de los minerales liberados por el deshielo Por Andreína Barreto Jové, Huella Zero
La liberación de metales debido al descongelamiento del permafrost podría perjudicar la calidad del agua potable y la pesca en las cuencas hidrográficas del Ártico.
Un informe publicado por la revista Nature advirtió que ríos y arroyos de Alaska están cambiando su color natural azul a naranja, debido a la liberación de minerales por el deshielo del permafrost: una de las mayores reservas de dióxido de carbono orgánico del planeta.
El estudio se realizó en conjunto con investigadores del Servicio de Parques Nacionales; el Servicio Geológico de Estados Unidos, y la Universidad de California, en Davis. Estas instituciones documentaron y tomaron muestras de al menos 75 lugares en el norte de la Cordillera de Brooks, en Alaska.
Las aguas afectadas por los metales tóxicos se encuentran en territorios federales gestionados por la Oficina de Gestión de Tierras, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre y el Servicio de Parques Nacionales, incluidos los parques nacionales de Puertas del Ártico y el Valle de Kobuk, y podrían afectar el agua potable y la pesca en las cuencas hidrográficas del Ártico.
Brett Poulin, profesor adjunto de toxicología ambiental de laUniversidad de California, aseguró que los ríos -ahora naranjas- de Alaska “son tan grandes y pigmentados” que pueden verse desde el espacio. Los expertos responsabilizan al descongelamiento del permafrost, con aproximadamente 1,5 billones de toneladas, debido a la cantidad de minerales que alberga. A medida que el planeta se calienta se liberan metales y ácidos. “Lo que estamos viendo en este deshielo del suelo está ocurriendo más rápido de lo que ocurriría en cualquier otro lugar. Es realmente una consecuencia inesperada del cambio climático”, dijo Poulin.
Minerales liberados en el agua Los científicos demostraron que algunas de las aguas contaminadas contenían un pH de 2,3, en lugar de ser un pH de 8, como el promedio de los ríos y arroyos. Esto implica la erosión de los minerales del sulfuro, lo que provoca condiciones más ácidas y corrosivas que liberan los metales adicionales, entre los que destacan zinc, hierro, níquel y cobre. “Vemos muchos tipos distintos de metales en estas aguas. Uno de los metales más dominantes es el hierro. Eso es lo que está causando el cambio de color”, afirmó la investigadora Taylor Evinger. Además, advirtieron que Alaska no es el único estado en EE. UU. en experimentar este fenómeno. Las montañas Rocosas de Colorado han registrado efectos similares en el cambio del color del agua.
Antecedentes en los ríos de Alaska El informe reseñó que Jon O’Donnell, ecólogo de la Red de Inventario y Seguimiento del Ártico del Servicio de Parques Nacionales, notificó en 2018 un cambio en la apariencia de las aguas, según imágenes satelitales. “El problema se está propagando lentamente desde pequeñas cabeceras a ríos más grandes con el tiempo. Cuando surgen problemas o amenazas emergentes, tenemos que ser capaces de entenderlos”, dijo O’Donnell. El experto coincidió con Poulin y Evinger en que la calidad del agua podría verse afectada, así como también otros sistemas ecológicos. Se puede ver disminuida la población de peces.