¡Tú también puedes! Mi historia con la depresión PoR veronica revels
De donde vengo, tener depresión es considerado una debilidad. Nuestra sociedad hispana esta muy enfocada en alcanzar el éxito personal y una condición mental puede sabotear nuestra capacidad de lograr lo que se espera de nosotros; la depresión tiene un estigma. Cuando llegamos aquí— especialmente si existía una barrera de idioma — muchos de nosotros pasamos por la dificultad de establecer nuevas amistades, expresando nuestra forma de sentir. Dejamos nuestro país, nuestras familias y tuvimos que aprender a vivir en un ambiente diferente y adaptarnos a una nueva cultura y a un nuevo sistema de vida. Las mujeres hispanas somos un símbolo de fortaleza frente a cualquier adversidad. Y, por nuestra fe, nos entregamos al dolor y tratamos de hacer lo mejor con lo que se nos ha dado. La verdad es que nos olvidamos que somos humanos, nos olvidamos de la importancia del cuidado propio, hasta que nuestro bote se llena de agua y nos hundimos en las oscuras profundidades del océano. Tratamos de controlarlo todo: no dejamos ir las cosas, ni permitimos que simplemente sean. Cuando nos damos cuenta de que no somos súper héroes ni Dios, es difícil admitir que necesitamos ayuda; sentimos casi como si nos estuviésemos traicionando a nosotros mismos y yendo en contra del propio orgullo. Yo sabía que necesitaba ayuda desde hace un tiempo. Pero le puse el hombro, especialmente a esos inviernos con Síndrome Afectivo Estacional, que soporté por años. Cargué con mi cruz. Sin embargo, tuve que perder a mi querido suegro y que mi hijo de tres años tuviera un grave accidente, para por fin expresar el hecho de que necesitaba ayuda. Y no tan sólo sugiriéndola, sino pidiéndola a gritos. Llamé, desesperada, a docenas de clínicas y terapeutas. Había perdido el control y me hundía en un mar de desesperación, dolor y emociones inmanejables. Las respuestas que me dieron fueron listas de espera de cuatro a ocho semanas. Te recomiendo que no esperes! No esperes que la vida te obligue a ver algo que tú te niegas a ver. Creo firmemente que Dios nos hace preguntarnos “para qué” y no el “por qué” de las cosas que nos suceden. Una semana después de llegar a casa desde el hospital, Karen Tessandore de “Consejera para la Mujer” y “Centro TMS de Alaska” me llamó diciéndome que aceptaron mi solicitud. Juntas, hemos sido capaces de traer a flote nuevamente a mi bote. Me he comprometido a trabajar y revisar cada arista de mi ser que me han traído al lugar en el que me encuentro hoy, lo que me ha hecho quien soy, y también, lo que me ha dañado. Luego de ocho meses, puedo decir que tengo una increíble terapeuta y un fantástico psiquiatra, quienes me han ayudado a validar mis emociones y me ha guiado a través del camino de la sanación. Todo esto ha requerido una gran cantidad de esfuerzo, introspección y empuje, y eso es algo que corre en nuestras venas Latinas. Tenemos la fortaleza, el coraje y las ganas de mirar hacia adelante.
Por esto, déjame hacerte esta pregunta: ¿Vas a esperar a que una tragedia te lleve a hacerte cargo de ti misma? Porque se nos ha dado sola una vida, la experiencia más extraordinaria; una mezcla de dolor y felicidad en la misma jugada. ¿No quisieras vivirla en plenitud y dar todo lo que tienes? Tómate en serio, ¡lo vales! Tus emociones son válidas, tus problemas importan. ¡Habla!, acércate, platica con un amigo, llama por teléfono, muévete. No te quedes estancado en tu dolor, pide ayuda y, si te gana el orgullo, aprende a vencerlo. Porque solamente existe un solo tú, un(a) bello(a) tú. Eres maravilloso(a) y te necesitamos. La depresión es una verdadera pesadilla. La ansiedad aparece de la nada como una neblina que no te deja respirar. Nadie se merece vivir así. Pelea y reencuéntrate contigo mismo en el proceso. Yo sé que puedes, porque yo creí ser capaz. No importa de dónde vinimos, cómo o por qué. Todos hemos tenido nuestros desafíos, así que válete de lo que tenemos en común y úsalo a tu favor.
Hacerse cargo, es el mayor acto de responsabilidad que podemos hacer por nosotros mismos, nuestras familias y el mundo que nos rodea. Si te encuentras en medio de una crisis o te interesa encontrar un terapeuta o psiquiatra bilingüe, existen: Número de Emergencia de Crisis y Prevención del suicido, servicio disponible 24/7, gratuito y en español.