Acapulco devastado por el huracán Otis
A raíz del Huracán Otis, que recientemente azotó al puerto mexicano de Acapulco, los residentes están lidiando con las secuelas del huracán de Categoría 5, que trágicamente cobró la vida de al menos 47 personas y dejó a varias otras desaparecidas. El desastre ha dejado a aproximadamente un millón de residentes de la ciudad en necesidad desesperada de asistencia, ya que muchos luchan por encontrar a sus seres queridos y acceder a suministros esenciales.
La tormenta del Pacífico se intensificó rápidamente antes de desatar su furia devastadora en la costa en la mañana del 25 de octubre, tomando por sorpresa a los residentes y a las autoridades. El gobierno mexicano movilizó aproximadamente 10,000 soldados para hacer frente a la situación, pero la llegada de equipos para despejar las calles de escombros y lodo ha sido lenta. El presidente Andrés Manuel López Obrador evaluó personalmente la devastación causada por Otis, destacando la magnitud del desastre. Mencionó que la tormenta había derribado todos los postes eléctricos en la zona afectada, dejando grandes partes de la ciudad sin electricidad. Sin embargo, al momento de esta redacción, se ha restaurado la electricidad en gran parte de la zona afectada. No obstante, la Associated Press informa que, a pesar de los esfuerzos del gobierno, hay un creciente sentimiento de frustración, ya que los residentes temen que el enfoque pueda moverse hacia la reparación de la infraestructura turística en lugar de ayudar a los más vulnerables. El informe menciona además que, mientras la ciudad luchaba con una comunicación y recursos limitados, los residentes comenzaron a organizarse con la ayuda de amigos y familiares que vivían en otras partes de México y Estados Unidos. Utilizaron plataformas de mensajería en línea como WhatsApp para compartir información, fotos de vecindarios inundados y consejos para encontrar señales de teléfono celular. Estas plataformas fueron esenciales para aquellos preocupados por sus seres queridos. La situación en Acapulco se ha vuelto cada vez más difícil, ya que los residentes se han visto obligados a saquear tiendas en la zona. Y aunque algunos han buscado encontrar recursos para sobrevivir, existen preocupaciones sobre el robo de electrónicos y otros bienes no esenciales. Con la magnitud de la destrucción y los desafíos por delante, algunos residentes creen que puede llevar hasta un año para que Acapulco se recupere por completo. La próspera industria turística de la ciudad, que ya había estado lidiando con problemas relacionados con el crimen organizado, enfrenta un largo camino hacia la recuperación. El impacto de Otis muestra una vista preocupante de los efectos del cambio climático y la naturaleza cada vez más destructiva de los huracanes. Según el Environmental Defense Fund, las temperaturas oceánicas más altas provocan una mayor evaporación, cargando las nubes con más agua y aumentando la intensidad de las lluvias y disminuyendo la velocidad del viento, lo que crea huracanes más fuertes y lentos. Además, el aumento del nivel del mar está relacionado con un aumento en la gravedad de las marejadas ciclónicas, y huracanes recientes como Laura y Dorian se han intensificado más cerca del punto de impacto, al igual que Otis. Por lo tanto, aparte de proporcionar la asistencia inmediata necesaria para los miles de personas afectadas por Otis, este huracán sirve como un recordatorio conmovedor de que los tomadores de decisiones y líderes globales deben adoptar medidas proactivas para mitigar el cambio climático, ya que sus efectos no son una predicción, sino una trágica realidad. |