Alaska SeaLife Center anuncia la muerte de la cría de morsa
En la mañana del 11 de agosto, el Centro Alaska SeaLife anunció la muerte de una joven cría de morsa del Pacífico que había sido rescatada unos días antes. Había sido encontrada caminando sola en el North Slope, a cuatro millas tierra adentro desde el Mar de Beaufort. Con la aprobación del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, el ASLC coordinó con Alaska Clean Seas y ConocoPhillips Alaska para proporcionar refugio y organizar el viaje a Seward. Después de que las noticias de su rescate comenzaron a difundirse en línea, la cría de un mes de edad se convirtió rápidamente en una sensación en las redes sociales. Parte de la razón de esto fue el hecho de que el rescate de una cría como esta fue un evento bastante único en la historia de ASLC. Fue la primera admisión de una morsa en cuatro años y apenas la décima en los 25 años de historia del centro.
Sin embargo, otro aspecto importante de la singularidad del rescate fue una de las medidas tomadas para cuidar de la cría. Las morsas son conocidas por su naturaleza social. Reciben cuidados intensivos de sus madres durante la infancia. Para simular la interacción con su madre, el personal le dio la opción de tener un cuerpo cálido contra el cual recostarse. El equipo de Comunicaciones de ASLC confirmó que constantemente aprovechaba la oportunidad. Las imágenes de esas interacciones, donde parecía que la morsa estaba “acurrucándose” con los miembros del personal, rápidamente se volvieron virales. Esta práctica tenía la intención de ayudar en su recuperación y acostumbrarlo al cuidado humano. Esto se debía a que, a pesar de los esfuerzos por replicar su hábitat natural, la cría no era candidata para ser liberada de nuevo en la naturaleza. Aunque se podía simular el contacto con su madre, la diferencia entre los entornos de rehabilitación y naturales dificulta o hace imposible que el equipo enseñe a las crías de morsa cómo sobrevivir después de ser liberadas, según el equipo de Comunicaciones de ALSC. Sin embargo, la cría también luchó contra importantes problemas de salud. Los exámenes iniciales revelaron preocupaciones por desnutrición, deshidratación y un ojo nublado, con análisis de sangre que sugerían deshidratación y una posible infección. En una publicación en redes sociales el 11 de agosto, ASLC mencionó que, a pesar del tratamiento de cuidados críticos las 24 horas del día y los esfuerzos de los dedicados miembros del personal, sus problemas gastrointestinales empeoraron y la cría también sufrió de hipoglucemia en las 24 horas previas a su muerte. El centro anunció que se realizaría una necropsia para comprender mejor la causa de su muerte en los próximos días. Se esperaba que, en algún momento, los visitantes del centro pudieran conocer a la cría. Si su condición mejoraba, se suponía que sería llevada a una zona de visualización pública limitada, según mencionó el centro. Sin embargo, aunque no podremos conocerlo, podremos escuchar su historia y recordar los cuidados constantes y meticulosos brindados por el personal de ASLC, así como los socios de la comunidad que fueron esenciales para su transporte y rescate, y esperamos que esa amabilidad y dedicación sirvan como un recordatorio de nuestro deber de proteger y preservar la flora y fauna de nuestro hermoso estado. |