Honrando el legado del activismo por los derechos de las mujeres
por sdmn
El mes de marzo, el Mes de la Historia de la Mujer, está dedicado a celebrar y honrar las contribuciones y logros de las mujeres en todo el mundo. Internacionalmente, las raíces del Mes de la Historia de la Mujer se construyen en torno al reconocimiento del Día Internacional de la Mujer. Esta fecha fue celebrada por primera vez en Europa en 1911, el 8 de marzo, y fue propuesta originalmente por la activista alemana Clara Zetkin en la Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras en Copenhague en 1910. Sin embargo, en los Estados Unidos, el Mes de la Historia de la Mujer comenzó como una celebración local de una semana en Santa Rosa, California, en 1978, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer.
No pasó mucho tiempo hasta que esta iniciativa fue oficialmente designada por el Congreso en 1987. Participar en este mes es muy importante, especialmente para los habitantes de Alaska, dado que nuestro estado tiene una rica historia de activismo y logros de mujeres que han contribuido a la narrativa más amplia de los derechos de las mujeres en los Estados Unidos y que vale la pena recordar mientras honramos las contribuciones de las mujeres en nuestra sociedad.
Marzo también es el mes aniversario de uno de los momentos emblemáticos en la historia de los derechos de las mujeres en nuestros estados. La primera legislatura territorial de Alaska otorgó a las mujeres el derecho al voto el 21 de marzo de 1913, con la Ley Shoup, siete años antes de la aprobación de la 19ª Enmienda, que consolidó este derecho a nivel nacional. Este hito fue posible gracias a los esfuerzos de líderes femeninas como Cornelia Templeton Jewett Hatcher y Lena Morrow Lewis, que desempeñaron roles clave en esta causa. Sin embargo, a pesar de estos avances, persistieron desafíos para el acceso completo al sufragio de las mujeres, especialmente para las mujeres Indígenas Nativas de Alaska las cuales fueron excluidas de los derechos de voto otorgados por la Ley Shoup, y solo se les otorgó plenamente el derecho al voto en 1965, y aún hoy, décadas después, siguen enfrentando obstáculos para llegar a las urnas electorales.
Sin embargo, mientras continuamos abogando por un estado más inclusivo y equitativo, es importante recordar, honrar y encontrar inspiración en el trabajo de algunas de las figuras clave en la historia del activismo de las mujeres en Alaska. Algunas de ellas incluyen a Elizabeth Peratrovich, cuyo incansable esfuerzo por los derechos de los Nativos Americanos condujo, en 1945, a la aprobación de la primera ley contra la discriminación del país, o a Katie John, una líder Athabasca Ahtna, que defendió ferozmente los derechos de subsistencia de los Indígenas Nativos, lo que resultó en cambios significativos en la asignación de vida silvestre de Alaska en 1980. Es importante también considerar a Frances Ann Ulmer, la primera mujer elegida para un cargo estatal en Alaska, o a Mary Louise Rasmuson, conocida por su dedicación al servicio civil en el Cuerpo de Mujeres del Ejército en la Segunda Guerra Mundial y la filantropía. Esta no es, de ninguna manera, una lista completa de las mujeres que han y continúan haciendo historia en Alaska, pero es un buen punto de partida. Es esencial reconocer y celebrar las diversas contribuciones y legados de las mujeres en Alaska y más allá. Su activismo y perseverancia han allanado el camino para el progreso y continúan inspirando a las futuras generaciones a luchar por la igualdad y la justicia en nuestro estado.