La administración Biden aprueba el controvertido proyecto Willow
Por pedro graterol
Después de varios meses de intensas discusiones y a pesar de las objeciones de los ecologistas, el 13 de marzo, la administración Biden aprobó el Proyecto Willow, uno de los mayores desarrollos petroleros en tierras federales. Esta nueva propuesta de perforación petrolera en la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska se encontró de inmediato con múltiples demandas de activistas y grupos ecologistas. Este seguramente será un tema de conversación en el panorama político del estado, por lo que este artículo le ofrece todo lo que necesita saber sobre este controvertido nuevo desarrollo.
Propuesto por ConocoPhillips Alaska, Willow es un proyecto de 30 años que podría producir hasta 180,000 barriles de petróleo por día, lo que lo convierte en el mayor proyecto de petróleo propuesto en tierras federales. El área se encuentra en el North Slope de Alaska, a unas 600 millas al norte de Anchorage, y forma parte de la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska, una región especial establecida como fuente de petróleo de emergencia para las Fuerzas Armadas. Esta ubicación vital ha estado bajo la jurisdicción del Departamento del Interior desde la década de 1970. Sin embargo, en los últimos años, ha habido debates en curso sobre la posibilidad de abrirlo al desarrollo. La economía del estado, que depende de la producción de petróleo, ha luchado por recuperarse después de la pandemia y los problemas demográficos están obstaculizando aún más las ligeras mejoras en la economía de Alaska. Los defensores del proyecto, que incluyen a los tres congresistas de Alaska, argumentan que el plan crearía alrededor de 2,500 puestos de trabajo, generaría hasta 17 mil millones de dólares en ingresos para el gobierno federal e impulsaría la seguridad energética nacional de los Estados Unidos.
Además, Associated Press informó que la aprobación causó una ruptura en la comunidad nativa de Alaska. Muchos grupos indígenas como la Inupiat Community of the Arctic Slope, así como Asisaun Toovak, el alcalde de Utqiaġvik, dan la bienvenida al proyecto y están entusiasmados con las tan necesarias perspectivas de desarrollo económico en sus comunidades. Otros como el Sovereign Iñupiat for a Living Arctic tomaron medidas legales inmediatas.
Este no fue el único lugar donde la decisión de Biden ha causado controversia. De hecho, se extendió por todo el país. Una de las principales razones es el impacto ambiental del proyecto. Según el Washington Post: “Willow generaría aproximadamente 70 millones de toneladas métricas de emisiones adicionales de CO2, y otros 60 millones de toneladas a nivel internacional, equivalentes a solo el 0.03 por ciento de las emisiones de EE. UU. en 2021, según las estimaciones”. Además, la zona es el hogar de una gran variedad de vida silvestre, como osos polares y osos pardos, buey almizclero, caribú y millones de aves migratorias. Por esta razón, los activistas ambientales se movilizaron en línea. Según Impakter, el hashtag #StopWillow fue viral en TikTok y una petición de Change.org alcanzó más de 3.000.000 de firmas. Además, CNN informa que el grupo de derecho ambiental Earthjustice y el bufete de abogados Trustees for Alaska presentaron demandas contra el gobierno federal para detener el proyecto. La reacción se ve amplificada aún más por el hecho de que la decisión contrasta marcadamente con la campaña del presidente Joe Biden que prometió poner fin a las nuevas perforaciones de petróleo y gas en tierras federales. Sin embargo, la propuesta aprobada es una versión recortada del Proyecto Willow, que el Departamento del Interior modificó para mitigar los impactos ambientales. Además, el proyecto había sido aprobado previamente por la administración de Trump, por lo que el gobierno federal podría haberse enfrentado a un litigio extenuante si el proyecto no fuese aprobado o si se cambiase drásticamente.