“La militarización del Ártico es un desafío, no una amenaza”
Dos revistas de Defensa, la estadounidense Breaking Defense y la francesa Meta-Défense, aseguran que la militarización del Ártico por Rusia y China preocupa a la Armada de nuestro país. Pero el profesor Robert Evan Ellis, del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra de los Estados Unidos, dice a Sol de Medianoche que, es “un desafío”, pero no “una amenaza” (aún).La creciente militarización del Ártico por Rusia y China es “problema de seguridad importante”, según declaraciones del comandante de las fuerzas de la flota estadounidense, almirante Daryl Caudle, a la revista Breaking Defense, el pasado 5 de septiembre. Sólo 24 horas después la francesa Meta-Défense hizo eco de ellas.
Cada vez son más frecuentes los episodios de aviones caza y bombarderos rusos, algunos con capacidad nuclear, en aguas internacionales frente a las costas de Alaska y Canadá. Vuelos que han provocado la inmediata reacción de las fuerzas aéreas de Estados Unidos y de Canadá y la movilización del NORAD, la fuerza militar conjunta de ambos países norteamericanos. Simultáneamente, una fuerza naval conjunta de Rusia y China, compuesta por once buques de guerra, patrulló en la primera semana de agosto las inmediaciones de Alaska, en una de las mayores aproximaciones a las costas estadounidenses hasta la fecha, según el Mando Norte de EE UU. Los buques rusos y chinos navegaron muy cerca de las islas Aleutianas, pero sin llegar a entrar en aguas estadounidenses. El último incidente se produjo a finales de agosto pasado. Días antes, el Reino Unido interceptó dos bombarderos rusos que sobrevolaban la zona de vigilancia aérea de la OTAN, al norte de Escocia, que fueron detectados por Países Bajos y Dinamarca, mientras que Rusia amenazaba a un avión de patrulla militar noruego sobre el mar de Barents. De tensiones como éstas en el Ártico hemos informado en Sol de Medianoche, al igual que sobre los “globos espía” chinos, uno de los cuales sobrevoló buena parte del territorio de Alaska y otros estados de los Estados Unidos. Parece que Rusia y China están poniendo a prueba la capacidad de reacción de las fuerzas armadas estadounidenses, canadienses y, en general, de la OTAN en el Ártico, un “flanco sobrevenido” desde antes de la histórica entrada de Suecia y Finlandia a la Alianza. Pero, además, su vigilancia y defensa se produce a expensas de otras áreas comprometidas. Para el profesor Robert Evan Ellis, investigador del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos, “el Ártico está cobrando gran interés, pero no sólo desde el punto de vista táctico y militar. Se puede decir que los vuelos de aviones rusos y la presencia de buques rusos y chinos son un desafío para Estados Unidos, pero no una amenaza directa, al menos de momento”. Según Evan Ellis, “el calentamiento global y el consecuente deshielo del Polo Norte están siendo objeto de investigaciones de las grandes potencias. También el Gobierno de la India ha destacado la vital importancia del Ártico para su país, debido a los problemas asociados al Cambio Climático. Pero sobre todo Rusia y China están interesadas en la zona, para explorarla como vía marítima comercial alternativa, ante la peligrosidad de otras rutas, como el Mar Negro a consecuencia de la guerra por la invasión rusa de Ucrania”. “De hecho —sigue diciendo el analista y estratega militar Robert Evan Ellis a Sol de Medianoche—, el Ártico no estaba entre las principales preocupaciones aliadas hasta 2014, cuando la cooperación regional se resintió, aunque sin llegar a interrumpirse, tras la primera agresión rusa a Ucrania”. |