TERRITORIOS MENTALES
No, por esa tu tierra nunca he pasado
pero acaricio su geografía en un mapa que se refleja en mi mirada. Me llega a través de tu voz…, sugestiva evocando el barro de tus antepasados los relatos de tu linaje…, tu voz, que acariciada por el viento va protagonizando recuerdos por ti añorados. De todos los lugares, la costa chica se me reservó, tal vez sabiendo que, en ahí, se me iría el alma. ¿Cómo son las tierras que te anteceden? No, por ahí nunca he pasado pero acaricio esa geografía de dobleces obtusos a través de esta fascinación por ti alterando los verdes contornos de tu paisaje que van curveando el azul infinito. No, ahí nunca he estado pero imagino sus parajes a través del cobre de tu piel mientras contemplas mi desnudez desde el magnetismo que nos es dado. Es entre los tallos de tus campos y entre las avenidas de mi ciudad que se va enramando una textualidad donde tus líquidos aspiran a empozar mis virtudes…, desde el destierro. Más allá de la metáfora avistamos la vuelta de camino que nos lleve de regreso -a casa- sin caer en un retorno fallido a lo irreal. Es ahí, a tu tierra donde he de ir algún día en primera persona con una hoja y mi poema en silencio esbozando…, territorios mentales. |