Uno de cada cuatro policías de Anchorage ya lleva cámara corporal
por carlos matías
Uno de cada cuatro policías de Anchorage ya lleva cámaras corporales, unos cien de los 350 agentes del departamento. Su instalación va a un promedio de cuatro BWC (por las siglas en inglés de Body-Worn Camera) al día, por lo que terminará de equiparse en enero o febrero de 2024, aproximadamente.
Más de tres semanas después de que los responsables del Departamento de Policía de Anchorage lo anunciaran por última vez, y con más de dos años de retraso desde que los contribuyentes aprobasen subirse los impuestos para pagarlas (1.6 millones de dólares), las BWC empiezan a ser realidad.
A mediados de noviembre pasado, 54 agentes ya habían sido entrenados y equipados con estos dispositivos, según dijo el subjefe de policía, Sean Case. Eso es menos de una cuarta parte de todos los agentes que patrullan la ciudad. El departamento de policía reconoce que la implementación total llevará “varios meses”. Se pueden instalar unas cuatro al día. Es decir, que equipar a los 350 policías de Anchorage llevará unos tres meses, si no hay nuevos retrasos.
A comienzos de diciembre, Sol de Medianoche solicitó más información al jefe de policía, Michael Kerle. En su nombre, Gia Currier, asistente ejecutivo de Kerle, nos remitió a la Unidad de Relaciones Comunitarias, y Renee Oistad, especialista de dicha Unidad, nos remitió a su vez a las notas oficiales del departamento.
La historia de las BWC se remonta al asesinato de George Floyd en 2020 y las consiguientes protestas que exigían que los policías rindan cuentas de sus actuaciones. En mayo de 2021, los contribuyentes de Anchorage aprobaron un impuesto de 1.6 millones de dólares para equipar a la policía. El proceso se retrasó y Alaska Black Caucus interpuso una demanda.
Ahora, los policías de Anchorage deberán encender sus cámaras cada vez que interactúen con alguien. Cualquier ciudadano podrá acceder a las grabaciones presentando una solicitud oficial, una vez que la policía termine sus investigaciones relacionadas con las imágenes.
El subjefe de policía Case dijo en su día que los videos serán accesibles para el fiscal, los abogados defensores y las víctimas de un delito, incluso antes de la resolución del caso. Habrá excepciones cuando haya un incidente crítico con los agentes de policía, como un tiroteo, existan rehenes de alto perfil o se produzca un suceso con víctimas masivas.
Recientemente, un policía disparó contra un sospechoso que, al parecer (según la versión policial), apuntó al agente con una pistola de gas pimienta. El departamento de policía aseguró que nadie resultó herido y que el oficial que disparó aún no estaba equipado con una cámara. Si un agente dispara, el jefe Kerle podrá publicar imágenes antes de acabar las investigaciones.
Todas las decisiones deben hacer compatibles el derecho de la ciudadanía a la información y la privacidad de los involucrados. El departamento continuará monitoreando cómo sus sistemas internos pueden manejar la catalogación de imágenes, mientras los oficiales continúan siendo capacitados y equipados.
El 3 de octubre pasado, uno de los comunicados más recientes de la policía decía textualmente: “Queremos agradecer a la comunidad por ser paciente mientras trabajamos para equipar a nuestros oficiales con cámaras corporales y reemplazar nuestro sistema obsoleto (video en el automóvil)”.