Alejandra Lagunas Garduño “Los latinos tenemos mucho que aportar a la arquitectura eficiente de Estados Unidos”
Por carlos matías
Migrante, mujer, orgullosa de haber nacido en México, arquitecta y triunfadora. Alejandra Lagunas Garduño y su equipo de la Universidad Ball State, de Indiana, acaban de ganar la 21ª edición anual de la competición Internacional Solar Decathlon, al construir The Alley House, un dúplex de 1,350 pies cuadrados que, lejos de consumir, genera energía limpia. Alejandra demuestra que, con esfuerzo y afán de superación, el “sueño americano” sigue siendo posible para los latinos.
The Alley House (“La casa de la Alameda”, en español) es la propuesta de diseño y construcción de Cardinal Studio para el Solar Decathlon de Ball State University (Indiana). La casa, diseñada por Alejandra Lagunas Garduño, está en plena armonía con el entorno natural, construida con materiales 100% locales, que tienen “impacto cero” en el medioambiente. Desde 2002, más de cuarenta mil estudiantes de todo el mundo han participado en este concurso universitario, muchos de los cuales se han convertido en arquitectos, ingenieros e investigadores de prestigio mundial.
Alejandra acaba de graduarse como arquitecta. Ella y su equipo han ganado el primer premio, superando a otros competidores de India y Canadá. Esta mexicana de 32 años, orgullosa de sus raíces latinas, llegó con su madre y sus dos hermanas cuando tenía doce años. Y llegó como inmigrante indocumentada a un país que le era extraño incluso en el idioma. Pero supo abrirse paso “sin papeles”; sin ayuda financiera del gobierno, tan sólo con becas privadas; trabajando y estudiando al mismo tiempo; siendo mujer en un entorno machista, y finalmente triunfando en industrias tradicionalmente masculinas, como lo son la arquitectura y la construcción.
En The Alley House ha intervenido un equipo multidisciplinario de las universidades Ball State, de Muncie, Indiana (Alejandra trabaja en Indianápolis); Twin Cities, de Minnesota, y The Cooper Union for the Advancement of Science and Art, de Manhattan, en el Greenwich Village de Nueva York.
Nacida en Guerrero, México, Alejandra Lagunas Garduño hace honor a su cuna: ella es “guerrera”, como su madre, que tuvo los arrestos de abrirse camino en Estados Unidos, no sin esfuerzo, y de sacar a sus tres hijas pequeñas adelante: la arquitecta es Alejandra. De sus dos hermanas, una es ingeniera química y la otra máster en negocios.
“Ella es mi referente”, dice Alejandra a Sol de Medianoche. “Tengo una trayectoria muy inspiradora. Siempre quise ser arquitecta. Primero fui arquitecta paisajista, porque la arquitectura y el paisaje deben ir de la mano. Y con mi trabajo quiero contribuir a la comunidad y a la lucha contra el Cambio Climático”.
“En la construcción es importante utilizar materiales que no emitan gases de carbono, que sean más resistentes y duraderos”, explica Alejandra. “La aportación principal de The Alley House es que genera más energía de la que necesita y, por tanto, puede aportar esa energía sobrante al sistema. Lamentablemente, esto aún no es posible en nuestro sistema energético”. Y añade: “la casa no permite ninguna transferencia térmica, ni en invierno ni en verano. Está caliente cuando afuera hace frio y fresca cuando afuera hace calor”.
Alejandra Lagunas no es experta en climas extremos, como es el ártico. Pero considera que “los latinos tenemos mucho que aportar a la arquitectura eficiente de Estados Unidos”. En Alaska también sería posible una casa como The Alley House, con aislamiento térmico, y sostenible. “No tengo una respuesta exacta, pero creo que no hay más que fijarse en nuestros ancestros y ver cómo construían ellos, con qué materiales, cómo armonizaban las construcciones con la naturaleza. Hoy, las edificaciones modernas son técnicamente más avanzadas. Pero nuestros ancestros nos guían para saber qué materiales son los mejores entre aquellos que están disponibles en el entorno, y cómo aprovecharlos, con el agua y el aire…”