Buscan equidad en escuelas privadas POR sabine poux
Foto: Anna Simmers
Un grupo llamado Alumni for Change está ampliando su llamado para que a través de una legislación la educación privada sea antirracista en Alaska, y también está buscando convertirse en una organización sin fines de lucro.
Alumni for Change, también conocido como el Movimiento de Justicia en Escuelas Privadas, es un grupo de estudiantes y ex-alumnos de Anchorage Christian Schools y Grace Christian Schools el cual ha estado hablando sobre supuestos incidentes de racismo durante su estadía en las instituciones antes mencionadas.
Desde que se originó en mayo, el movimiento ha tenido una gran resonancia entre estudiantes en todos lados. Compartieron sus experiencias en las redes sociales, realizaron paneles en línea, se reunieron con administradores escolares y protestaron por el trato de las escuelas a los estudiantes de minorías, logrando reunir más de 100 testimonios.
Anna Simmers, ex-alumna de Anchorage Christian Schools de 2009, dijo que hacer correr la voz era parte de la estrategia inicial del grupo. Ahora, alrededor de 50 exalumnos, se están enfocando en promulgar un cambio que podría aplicarse a las escuelas privadas en Alaska y EE. UU. “Yo diría que nuestra declaración de misión directa sería que los libros de texto del sistema educativo privado enseñen la verdadera historia en lugar de la ideología blanqueada, a menudo supremacista blanca, que se enseña en las escuelas privadas”, mencionó.
Simmers y sus coorganizadores también quieren que las escuelas promulguen medidas específicas de responsabilidad para su personal, por lo que están redactando una legislación que propone sistemas legales a través de los cuales los estudiantes y familias de minorías puedan denunciar incidentes de acoso y discriminación racial, no solo en Anchorage y Grace Christian Schools, sino en todo el estado. También les gustaría que las escuelas aplicaran a los profesores y al personal verificaciones de antecedentes más exhaustivas y que hicieran públicos sus registros disciplinarios.
Algunos de los miembros del grupo son parte de un equipo legal y, con el apoyo de varios legisladores locales y estatales, han redactado proyectos de ley que intentarán aprobar a través de los organismos estatales y municipales. Simmers dijo que la senadora estatal Elvi Gray-Jackson (D-1), la congresista estatal Ivy Spohnholz (D-16) y el asambleísta de Anchorage Felix Rivera (Distrito 4) acordaron patrocinar la legislación.
Alumni for Change también ha recibido apoyo del Alaska Black Caucus, el capítulo de Alaska de la NAACP y la Asociación de Actividades Escolares de Alaska, entre otras entidades, comentó Simmers.
Joshua Branstetter, un alumno de Anchorage Christian Schools que trabaja con el movimiento, dijo que no hay suficiente defensa para los estudiantes de minorías en las escuelas privadas específicamente. Le gustaría ver leyes que responsabilicen al personal y al profesorado de las escuelas privadas. “Para mí, personalmente, quiero un cambio real, tangible y procesable”, dijo. “Y eso significa un cambio de política”. Alumni for Change también tiene una junta asesora de pastores y un equipo de alcance. Parte de las tareas del equipo de extensión ha sido conectarse con exalumnos en movimientos similares en todo el país.
La ampliación del movimiento es en parte lo que está motivando al movimiento para convertirse en una organización sin fines de lucro, dijo Simmers. “Estamos realmente en los primeros pasos en este momento, decidiendo cómo será esto para nosotros”, mencionó. “Si el movimiento se vuelve nacional como anticipamos, y que es nuestro objetivo final, tenemos que tener la capacidad para manejar cualquier donación financiera o apoyo, o a personas que quieran unirse al proyecto y ayudarnos como voluntarios”. Simmers aún no está segura de cuánto tiempo llevará el proceso de convertirse en una organización sin fines de lucro.