Plaza principal de Acuitzio del Canje, Michoacán, México. Fotos / Photos: Sara Komarnisky
Comida Comida Viajera
POR SARA KOMARNISKY
Uchepos. Fotos/Photos: Sara Komarnisky
En el poblado mexicano de Acuitzio del Canje, Michoacán, Juana hace su maleta para regresar a Anchorage, Alaska. Lleva en ella bolsas de papel con pan, grandes ruedas de queso del pueblo, mole en pasta empacado con dos capas de plástico y un bolsa de churritos con una botella de chamoy para acompañarlos.
Soy una antropóloga canadiense y, desde 2005, he investigado a los acuitzences (la gente de Acuitzio) en Anchorage, y en su ciudad natal en Michoacán. Muchos tienen doble nacionalidad y con frecuencia viajan por el continente. Los acuitzences desarrollan un sentido de hogar en ambos lugares, y para sentirse en casa muchos llevan alimentos y comida desde México hasta Alaska.
Por esta razón, al abrir la maleta de algún recién llegado a Anchorage tras visitar su pueblo en Michoacán, se encuentran ropa y cosas personales, pero también mole, pan, queso, dulces, o tal vez comida preparada y las especialidades de la región: gorditas, pinole, uchepos o carnitas.
El sabor de la comida siempre está unido a recuerdos de un lugar específico; por eso quienes llevan comida a su nuevo hogar llevan también el sabor de su pueblo. Aunque los ingredientes básicos para la comida mexicana ya están disponibles en Anchorage, mucha gente todavía viaja con comida porque, dicen, “la comida mexicana en Anchorage no tiene el mismo sabor”.
Sin embargo, viajar con comida implica lidiar con los reglamentos, la burocracia y las restricciones legales de los servicios de aduana e inmigración de los Estados Unidos sobre el tipo de alimentos que pueden ingresar al país. Algunos insumos, como los chiles frescos, están prohibidos.
Aún así, la gente aún transporta comida, y el rico sabor desde México hasta Alaska para disfrutar, a través de la comida, un poquito del sabor del hogar.