Cada año los alaskeños esperan ansiosamente recibir su PFD derivado de las regalías obtenidas de las exploraciones petroleras. En años anteriores, el PFD ha subido a más de $2.000, sin embargo, recientemente el pago anual ha sido limitado por los políticos cuando han disminuido la cantidad para evitar que el estado entre en deuda masiva. Este año, el nuevo gobernador, Mike Dunleavy, prometió a los alaskeños que les reembolsaría el dinero retenido junto con el próximo PFD.
Recibir dividendos es una tradición que une a la gente de Alaska: cuando llega el dividendo, los centros comerciales se llenan de gente y todos estamos contentos. Vivir aquí, es casi como celebrar unas vacaciones extra que no están escritas en el calendario, pero para las cuales todos nos preparamos. Supongo que todos estamos emocionados al escuchar que el próximo dividendo nos será pagado y no hemos considerado el costo que eso representa para nuestro estado. El plan propuesto por Dunleavy para un dividendo retroactivo podría ser de $3.000 para cada persona que califica. Esto suena magnifico, pero ¿Cuál es el plan del gobernador para pagar tanto dinero? El plan propuesto por Mike Dunleavy para asegurar que todos reciban tal cheque es recortar el presupuesto de algunos sectores del gobierno y dejar de gastar dinero que no tenemos. Una opción viable, sin embargo, cómo se implementarán estos recortes presupuestarios y cómo nos afectará individualmente es lo que nos debe interesar. Estos recortes están dirigidos al sistema educativo de Alaska, los programas de salud, los servicios sociales y el costo operativo del estado. Así que para poder pagarnos tanto dinero nuestro gobernador está sugiriendo tomarlo de servicios básicos y darlo a los ciudadanos de Alaska. Entonces, ¿Estos recortes presupuestarios valen una recuperación retroactiva del dinero del PFD? Decidir de dónde sacar el dinero para cumplir su promesa de pagar grandes dividendos es una decisión difícil. El plan del gobernador afectará a un grupo grande de alaskeños que dependen de estos fondos recibidos directamente del gobierno para poder operar. Por ejemplo, cortar el presupuesto de los programas sociales afectaría a todo el mundo, desde la población anciana de Alaska hasta las personas que reciben Medicaid. También cortar el presupuesto de nuestro sistema educativo, específicamente nuestra Universidad, sólo haría más difícil retener a los estudiantes cuando decidan a que universidad asistir. ¿Y realmente podemos permitirnos recibir menos de una experiencia educativa excepcional para nuestro futuro? Ahora que su plan se está aclarando; con tantas repercusiones financieras no parece lo correcto. Esto se debe a que el estado de Alaska merece que el dinero se distribuya equitativamente a lo largo de sus muchas instituciones para que pueda seguir funcionando sin contratiempos. El dinero que recibiremos del pago retroactivo del PDF solo empeorará el estado económico que vivimos ahora. |