Curando las heridas del pasado
Desde sus orígenes en 1970, Chugach Alaska Corporation lleva 50 años trabajando para recuperar el patrimonio de los nativos Chugach. Un tesoro expatriado por los colonos y exploradores europeos. Chugach Alaska Corporation proyecta un museo indígena en el centro de Anchorage, con objetos recuperados que nunca debieron salir de Alaska.John F. C. Johnson es vicepresidente de Recursos Culturales de Chugach Alaska Corporation. Trabaja para Chugach desde hace 40 años. Ha documentado numerosos yacimientos y lugares históricos y prehistóricos nativos en Prince William Sound y la parte baja de Cook Inlet. “Mi abuela era de Nuchek, en la isla Hinchinbrook, en Prince William Sound”, comenta.
El pueblo fue abandonado en 1928, al morir el último jefe Nuchek, Peter Makarka. Su hermano, Makari Makarka, fue el principal informante nativo de la arqueóloga y antropóloga estadounidense Frederica de Laguna, muy prestigiosa por sus trabajos en Paleoindia, arte y arqueología nativos. “En Nuchek”, sigue Johnson, “había una fortaleza rusa de finales de la década de 1790. Yo iba a los yacimientos arqueológicos, los estudiaba y descubrí que habían sido saqueados. Así me involucré en las repatriaciones del patrimonio”. Investigación y localización John Johnson ha encontrado por el mundo objetos y restos humanos indígenas, “que nunca debieron ser perturbados y deben ser tratados con dignidad, honor y respeto. Con mucho esfuerzo, pudimos determinar quiénes expoliaron. Hemos trabajado para que se nos devuelva. Algunos restos fueron tomados por el Instituto Smithsonian, las universidades de Washington y Pennsylvania y cinco o seis instituciones más en Estados Unidos. He viajado por Europa y he encontrado piezas en sus museos. Algunos tienen restos humanos de nuestros ancestros”. Johnson ha localizado restos en San Petersburgo, Madrid, Londres, Copenhague, Berlín y París. “Las instituciones europeas no nos devuelven nuestra historia, pero comparten imágenes y fotografías”. “Un porcentaje grande de nuestro patrimonio nos fue arrebatado, pero no todo”, dice Johnson. “Muchos objetos fueron vendidos por los nativos. Cuando el Capitán Cook llegó a Prince William Sound, cerca de Nuchek, los nativos comerciaron con ellos. Los británicos intercambiaron cosas del contexto europeo. Fue un trueque”. Colaboración de Berlín Los objetos saqueados eran en su mayoría restos humanos y objetos funerarios. Sin embargo, cuando el museo de Copenhague nos devolvió nuestros objetos, solo los restos humanos llegaron. Los demás objetos que podían ser herramientas de caza, máscaras, kayaks y canoas desenterrados no fueron devueltos, señaló Johnson. Johnson destaca la colaboración del Museo de Berlín. “Es un precedente en Europa. Alemania se siente obligada a devolver a nuestro pueblo cualquier objeto o resto expoliado. Espero que Europa aprenda”. En Alaska hay unos 235 gobiernos tribales. La mayoría trabaja para hacer lo mismo que la Chugach Alaska Corporation. “Me gusta pensar en la repatriación como una forma de curar heridas del pasado y desarrollar una buena relación con los museos”, dice Johnson. “Podemos compartir conocimientos, porque los nativos tienen mucha información. Al trabajar juntos, todo el mundo obtiene más conocimiento histórico y cultural”. “El Museo de Berlín sigue trabajando con nosotros tras unas repatriaciones, hace años”. Johnson alude a los nueve objetos sagrados devueltos por Berlín en 2018: varias máscaras funerarias y una cuna, testimonio de la rica historia, cultura y sentido de pertenencia Chugach. “Trataremos de conseguir todos los objetos digitalmente, para que la gente de las pequeñas comunidades pueda verlos en 3D, aunque no vuelvan a Alaska. Todo el mundo debe entender la historia y, cuanto más la entiende, comienza a comprender lo que pasó, lo que está pasando y lo que hacemos ahora”. Museo en Anchorage “Lo importante es recuperar nuestra tierra tradicional para que las futuras generaciones puedan disfrutar y vivir de la tierra donde vivieron sus antepasados. Pierdes tu historia y tu cultura cuando dejas tus tierras tradicionales. Pero si te quedas, entiendes y aprendes tu historia, será mucho más gratificante y tendrás una vida más rica”. Chugach Alaska Corporation proyecta construir un museo en el centro de Anchorage, “donde los objetos y el material de archivo puedan ser estudiados por nuestra gente y podamos mostrarlos a los no nativos, para que conozcan y aprecien nuestra cultura”. |