Muchos hispanos trabajaron en la construcción del oleoducto que atraviesa Alaska (TAPS, Trans-Alaska Pipeline System) durante la década de 1970. Su mano de obra fue decisiva en un proyecto que sería la piedra angular de la economía de Alaska. Pero hasta ahora ningún latino había participado en el liderazgo de la empresa. Damián Bilbao, vicepresidente de inversiones comerciales en BP, es el primer latino que participa en la alta dirección de un proyecto de esta envergadura.
De padre cubano y madre argentina, Damián Bilbao creció en Caracas, Venezuela, en una típica casa latinoamericana con largas y ruidosas reuniones familiares cada domingo. Creció inmerso en la industria energética, pues su padre trabajaba en PDVSA, compañía petrolera de Venezuela. Así que mientras otros muchachos en Caracas se empleaban en cafeterías o supermercados, él trabajaba durante los veranos en una empresa sísmica que hacía exploraciones petroleras. Damián viajó a los Estados Unidos para estudiar economía en Creighton University, en Omaha, Nebraska. Ahí conoció a su esposa. Después estudió leyes en la misma universidad y finalmente realizó un MBA en Finanzas. Llegó a Alaska más por casualidad que por designio. En 1997, ARCO (que luego fue adquirida por BP) contrataba a empleados en Nebraska. Damián envió su solicitud y fue seleccionado para trabajar en nuestro estado durante ese verano. Ahí comenzó también su larga relación con BP, que suma ya dos décadas. Además de Alaska, Damián ha trabajado en Houston, Rusia e Indonesia. Su trabajo se ha enfocado desde el inicio en el análisis estratégico y comercial, disciplina fundamental en el desarrollo de proyectos relacionados con el petróleo. Entre sus responsabilidades actuales se encuentra el estudiar las inversiones de BP en yacimientos distintos a los de Prudhoe Bay, entre ellos los de Point Thomson y Milne Point, además de los barcos que transportan el crudo al mercado, el TAPS y el gasoducto que se proyecta construir. En cuanto a la viabilidad del gasoducto, Damián explica: “Los yacimientos del North Slope han producido petróleo por cuarenta años. Se supone que de Prudhoe Bay se extraerían nueve billones de barriles, y se han extraído más de doce”. Los especialistas se preguntan cuántos años de producción le restan a Prudhoe Bay, pero el número es incierto. Damián aclara: “necesitamos que Prudhoe Bay produzca saludablemente por cuarenta años más para sumar a la industria del petróleo un negocio de gas, porque la economía de todo junto debe funcionar”. El desarrollo de la infraestructura energética en Alaska compite con otros proyectos alrededor del mundo en cuanto a atraer el interés de los inversionistas. “Queremos asegurar que somos competitivos para que el dinero llegue a Alaska”. Damián está seguro de que BP logrará su objetivo: “Tengo confianza en que pondremos el gas en el mercado. La pregunta no es si lo haremos, sino cuándo lo haremos. Pero tenemos que ser un proyecto competitivo”. Tal como sucedió cuando se edificó la TAPS, la construcción del gasoducto requerirá de una gran fuerza de trabajo. “Necesitaremos personas capaces y responsables de todos lados. Creo que la fuerza de trabajo será más diversa de la que hubo hace cuarenta años. También soy optimista en cuanto a que la directiva será más diversa”. Ser latino en una posición de liderazgo le ha dado a Damián el privilegio de ayudar a sus compatriotas hispanos. “Conforme he ascendido en la empresa a posiciones de liderazgo he sentido que algunos latinos se han acercado a hacerme preguntas con más tranquilidad que a otros gerentes. Siento que ser hispano me ha dado la posibilidad de ser un mejor líder para ellos”. Damián dice sentirse orgulloso de pertenecer a Energía, el grupo de empleados latinos de BP. Como parte de Energía, Damián se preocupa por que los habitantes de Anchorage conozcan la riqueza de nuestras culturas y los valores latinos. “Siempre me he sentido orgulloso de que los hispanos no nos damos por vencidos, que trabajamos duro, y que vemos por los demás”, dice. Y hace una sugerencia a los lectores de Sol de Medianoche: “Necesitamos ser más activos en cuanto a informar a la comunidad de las preocupaciones de los hispanos en Alaska, queremos trabajos para hacernos cargo de nuestras familias y queremos una economía fuerte y sana”. Damián enfatiza que debemos hacerles saber a nuestros líderes que mientras más beneficiada se vea la comunidad hispana, mejores perspectivas tendrá Alaska. |