Después de la Vacuna, prudencia, información y sentido común
POR CARLOS MATías
¿Después de la vacuna de Covid-19 podemos volver a la vida normal como antes de la pandemia? al principio, no. En Anchorage, el CDC recomienda seguir las precauciones de llevar tapabocas, guardar distancia social y medidas higiénico-sanitarias. La doctora Andrea Caballero, una de los cinco únicos epidemiólogos del Estado de Alaska, nos da las pautas.
La doctora Andrea Caballero recomienda seguir con rigor las indicaciones del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Alaska y de los otros diez CDC del país. “Las personas vacunadas deben guardar 15 días de margen después de ponerse la segunda dosis para estar totalmente protegidas contra el virus. Los estudios realizados en EE.UU., dados a conocer a finales de marzo, demuestran que una sola dosis de Pfizer o de Moderna (las dos principales de USA) tienen una eficacia del 80% y que, tras la vacunación completa con cualquiera de ellas (dos dosis) es del 90% en ambos casos. Por esto, la doctora Caballero dice a Sol de Medianoche que “lo inteligente es seguir las indicaciones del CDC (Centro de Control de Enfermedades de Alaska, con sede en Anchorage) y de la FDA (Food and Drug Administration), que son las dos agencias sanitarias de la Unión.
Tiempo de espera “Las personas vacunadas han esperar este tiempo de dos o tres semanas, al menos, para que su inmunización sea la máxima”, comenta Andrea Caballero a este periódico. “Pasado el plazo, las autoridades sanitarias permiten juntarse a los vacunados con otras personas, incluso en lugares interiores, aunque alguna de esas otras personas pueda tener bajo riesgo de la infección. Se trata de que podamos continuar haciendo lo que estábamos haciendo antes, pero en grupos pequeños. Es de sentido común ir poco a poco. También se pueden hacer viajes, dentro y fuera del país, sin hacerse la prueba de los PCR antes de salir y sin guardar la cuarentena al volver”.
Las pruebas PCR deben su nombre a la denominación inglesa “Polymerase Chain Reaction”, o “Reacción en Cadena de la Polimerasa”, en español. Es una prueba diagnóstica para detectar un fragmento del material genético de un patógeno. Nos guste o no, estas precauciones van a formar parte de lo que todos los gobernantes del mundo llaman “nueva normalidad”, imitando a la canciller federal alemana Ángela Merkel, la primera que usó la expresión.
Alaska, pionera y líder en vacunación “Siempre hay que tomar precauciones y serán las autoridades las que vayan marcando el ritmo de lo que se puede hacer y lo que no”, añade la doctora Andrea Caballero, que recuerda que a partir de junio Alaska tiene previsto vacunar a todos los turistas que lleguen a este estado, independientemente de cuál sea su origen.
“Alaska está liderando la lucha contra el Covid-19 en este país”, comenta la doctora Caballero. “Los pueblos inuit e indígenas han sido de los primeros en vacunarse, y eso a pesar de las dificultades de este Estado, uno de los menos poblados; con menos densidad demográfica; con menos población concentrada en núcleos urbanos y con el territorio más extenso del país. Podemos estar orgullosos de esto”.
Anchorage, ciudad “Covid-Free” A pesar de estos avances, Anchorage será una ciudad “plenamente Covid-Free cuando el virus esté completamente controlado, erradicado y no entrañe ningún riesgo para la vida de las personas en todo el país, porque el virus no entiende de fronteras ni de demarcaciones geográficas”, señala Caballero.
No obstante, “en Anchorage se levantan las restricciones con el 70% de la población vacunada”. Andrea Caballero afirma que podemos confiar en las vacunas. “Todas tienen que pasar unos controles muy rigurosos, si bien es cierto que Moderna y Pfizer-BioNTech fueron las dos primeras en comenzar sus estudios, con la primera oleada de la pandemia, mientras que la vacuna Janssen, de Johnson & Johnson (la que se recomienda para personas de 18 años o más) empezó sus pruebas en los tiempos peores de la epidemia, en el otoño, cuando existía una probabilidad mayor de contraer el virus. Al haberse realizado todos estos estudios en diferentes momentos y tiempos, es difícil valorar cuál de estas vacunas es la mejor y cuál la menos efectiva”.
El peligro de los trombos Ni Alaska ni el resto de los Estados Unidos tienen la vacuna Oxford/AstraZeneca COVID-19 (AZD1222) contra el coronavirus, que es la que ha tenido que afrontar la “leyenda negra” de que provoca trombos, hasta el punto de que en Europa (donde se inocula a la población) hay personas que se niegan a ponérsela. Pero según la doctora Caballero “este miedo no tiene sentido”.
Estados Unidos no aplica la vacuna AstraZeneca. Pero también ha visto casos de trombos con la vacuna de Johnson & Johnson. “Se han dado sólo ocho casos entre los 7.4 millones de vacunas puestas de este laboratorio. El CDC y la FDA han pausado su aplicación, lo que demuestra que estamos teniendo mucho cuidado, e incluso abundancia en la precaución. Pero yo le diría a todo el que no quiera vacunarse que contraer el Covid-19 es mucho peor y que también hemos visto casos de personas que han sufrido un trombo en su época postcovid”.
“Quiero decir con esto que no vacunarse entraña el riesgo de contagiarse con Covid y no libra del peligro de tener un trombo”, añade la doctora Caballero. “Han sido sólo ocho casos entre 7.4 millones de personas vacunadas, o sea, casi un trombo entre un millón de vacunaciones, nada más. Y también hemos comprobado que la persona con coronavirus tiene riesgo de sufrir un trombo”.
La información, básica De las afirmaciones de la doctora Andrea Caballero se deduce que, aunque todas las precauciones sean pocas (“porque las autoridades sanitarias se están tomando todo esto muy en serio”, dice), lo más importante es que quien tenga dudas “pregunte a los profesionales sanitarios y busque recursos con datos verificados de fuentes fiables, en lugar de creerse todos los bulos e inexactitudes, cuando no mentiras descaradas, que circulan por Internet”. “Las redes sociales han hecho mucho daño”, añade Andrea, y la mejor manera de prevenir el contagio por Covid es vacunándose, porque esto nos beneficia a todos. Los escépticos, que piensen en el bien de sus hijos, sus esposas y maridos, sus padres, sus hermanos, sus nietos o sus abuelos… en el bien de toda su familia, que es el bien de su propia comunidad y de la sociedad entera”.