Distanciamiento social no significa aislamiento Por Teresa Holt directora estatal de Alaska AARP
“El distanciamiento físico, tan crítico en este momento, no tiene que significar desconexión social. Podemos mantener e incluso aumentar nuestra conexión social durante este difícil momento”, dice Lisa Marsh Ryerson, presidenta de la Fundación AARP, que está explorando formas creativas para ayudar a los adultos mayores a mantenerse conectados, entre sí y con sus comunidades.
Incluso en el mejor de los tiempos, el aislamiento social es un problema importante. En Alaska, 42,898 personas mayores de 50 años viven solas y corren un mayor riesgo de aislamiento social, lo que ahora se magnifica con los requisitos de “distanciamiento social” en todo el país. Eso es preocupante. De hecho, la Organización Mundial de la Salud estaba tan preocupada en como este “distanciamiento social” estaba contribuyendo al aislamiento que ha modificado el discurso de este llamado: Ahora se insta a las personas a practicar el “distanciamiento físico” para prevenir la propagación del virus.
No se equivoquen: Los efectos a largo plazo del aislamiento social son muy reales. Durante un período prolongado, el impacto del aislamiento social es tan dañino para una persona como fumar 15 cigarrillos al día. De hecho, el aislamiento es más peligroso para la salud que la obesidad, y está relacionado con una mayor probabilidad de muerte temprana, deterioro cognitivo acelerado, mala función cardiovascular, accidente cerebrovascular y depresión en adultos de 50 años en adelante.
Es posible que todos hayamos reducido nuestras interacciones personales para mantenernos seguros del coronavirus, pero eso no implica que tengamos que estar solos. La tecnología actual ofrece innumerables opciones para mantenerse en contacto con la familia, amigos, vecinos y seres queridos.
Aquí le sugerimos algunos pasos para mantenerse conectado: Mida su riesgo de aislamiento, o el de su ser querido, en la página web de de la Fundación AARP: https://connect2affect.org/. Esta plataforma también proporciona listas de programas de asistencia comunitaria para atención médica, alimentos y capacitación laboral.
Conéctese al creciente número de grupos de ayuda mutua, los cuales organizan voluntarios para ayudar a los vecinos mayores en actividades como recoger recetas médicas o en la compra de alimentos. AARP ha lanzado recientemente la herramienta “Conexiones comunitarias” enhttps://aarpcommunityconnections.org/, y en español enhttp://www.aarp.org/MiComunidad, para ayudarle a encontrar un grupo en su área. También puede solicitar una llamada amistosa de un voluntario de AARP a través del sitio web o llamando al 1-888-281-0145.
Participe virtualmente. Muchas actividades en persona se ofrecen ahora en línea. Su gimnasio local, por ejemplo, podría estar ofreciendo clases de ejercicios virtuales. O tal vez su club de lectura ahora se reúne en línea. El sitio web de AARP en http://www.aarp.org/coronavirus ofrece videos de ejercicios diarios, enlaces a películas que se transmiten en línea y otras ideas para mantenerse activo e involucrado durante este difícil momento.
Sea voluntario para proporcionar servicios críticos. Es una manera de ayudar a los demás mientras que también le ayuda a encontrar propósito y evitar el aislamiento. Los mentores y tutores, por ejemplo, siempre son muy cotizados y ambos roles se pueden realizar fácilmente de forma remota. Es posible que también quiera ser voluntario para responder a las llamadas de la línea de ayuda relacionadas con la pandemia. Visite: https://createthegood.aarp.org.
Identifique a los adultos mayores vulnerables en su familia o vecindario y haga un plan para que alguien se comunique con ellos regularmente por teléfono, texto, correo electrónico o chat virtual. Esta es una excelente oportunidad para acercar a alguien que no está familiarizado con los nuevos métodos de comunicación como Zoom, Skype o FaceTime.
Si está trabajando desde casa, considere almuerzos virtuales o “happy hours”. Es importante tomarse un tiempo para ponerse al día con sus colegas en un nivel más informal (incluso podría encontrar algunos consejos para navegar con éxito por el nuevo mundo del teletrabajo.)
Hágalo a la antigua. Comuníquese con un familiar o amigo enviando una carta o una postal. Envié una o dos fotos en una carta para despertar un recuerdo afectuoso.
Si hay algo que esta pandemia ha dejado claro, es que las conexiones personales son inmensamente valiosas y se echan mucho de menos. Mantengamos esos vínculos fuertes y vibrantes durante esta crisis, especialmente para nuestras familias, amigos y vecinos más vulnerables.
Este artículo apareció en la edición de mayo de Senior Voice