El “comandante” hispano de la resistencia ucraniana
Por carlos matías
José David Chaparro Martín es un hombre de paz que se ha metido voluntariamente en la guerra. Es un “héroe nacional” en Ucrania. Aclara que no es militar, “sino un civil militarizado”. Pero toda la resistencia contra la invasión rusa le llama “comandante”. José David Chaparro ha hablado con Sol de Medianoche desde algún lugar no desvelado, por su seguridad, pero en el frente y con algunas explosiones de bombas como sonido de fondo.
A José David Chaparro Martín le llaman “comandante” en la resistencia ucraniana, por su aspecto. Es un hombre fuerte y bien plantado, pelo ligeramente largo, con bigote y barba. Suficiente para que a los militares ucranianos les recuerde “a otros comandantes legendarios de la América Latina”, nos explica, aludiendo (sin mencionarlos expresamente) al Ché Guevara y a Fidel Castro.
Pelo largo, bigote, barba y ser un hispano que viste uniforme camuflaje y porta un arma son los únicos puntos en común de José David con el Ché, Fidel y otros revolucionarios. Nació en San Cristóbal, capital de Táchira, en Venezuela. Estudió Derecho Internacional y se interesó por el Derecho Civil soviético, que en aquel entonces contemplaba la pena de muerte como medida coercitiva y se abocaba a profundos cambios. Quiso vivir de primera mano la apertura de la “Perestroika” impulsada por Mijaíl Gorbachov y la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), tras la caída del Muro de Berlín en 1989. En 1990 se fue a Ucrania, república soviética que avisó de su ansia de independencia con la Declaración de Soberanía Estatal de Ucrania, el 16 de julio de 1990. Independencia que formalizó con la aprobación de su parlamento del Acta de Proclamación de la Independencia de Ucrania, el 24 de agosto de 1991. La URSS empezaba a ser historia y nacía la Federación Rusa.
José David echó raíces en Ucrania. Se casó con una ucraniana, Svetlana, que es artista (pintora) y con quien tiene dos hijos: una filóloga (lingüista) que hoy tiene 31 años y es residente en España y un médico militar y violinista, de 26 años actualmente, asentado en Israel.
José David trabajó también en Moscú, como encargado de negocios venezolanos. Admira la cultura rusa. Pero le repugna la invasión ordenada por Vladimir Putin contra lo que él considera su “segunda patria”. “Conocí la democracia en Venezuela, hasta que a finales de los años noventa el populismo de Hugo Chávez se hizo con el poder y acabó con ella. Después vino Nicolás Maduro. Pensé que, ya que no había podido restablecer la democracia y la libertad en Venezuela, tenía la obligación de defenderla en Ucrania, que también siento como mi tierra”. El “comandante” Chaparro no ve impropio que le llamen así, comandante, puesto que “comanda” (dirige) una pequeña división de voluntarios, que reparten ayuda humanitaria a los más afectados por la invasión rusa. Empuña un arma, sí, porque tiene que defenderse de las emboscadas que les tienden los soldados rusos. Pero no le gusta hablar de ello. Tan sólo dice que la lleva “en defensa propia y de los míos: mi familia, mis vecinos, mis amigos…”