El poder de la protesta pacífica
“La desesperanza es el enemigo de la justicia”, dijo el líder de Derechos Civiles Bryan Stevenson. Mientras luchamos por la justicia, no podemos perder la esperanza. Estamos inmersos en un debate nacional que refleja un legado trágico de racismo e injusticia que a su vez impulsa la esperanza perdurable de que podemos avanzar hacia un futuro más equitativo y justo. Ese debate ha hervido a fuego lento a lo largo de nuestra historia. Ahora se centra en el papel que la policía tiene en nuestra comunidad.
La conversación también se está llevando a cabo aquí en Anchorage, y el punto de partida debe ser un imperativo compartido, que refleje los valores de equidad e igualdad de nuestra comunidad. Me han animado los muchos mensajes reflexivos que he recibido sobre cómo las políticas policiales deben mostrar el compromiso de que todas las personas reciban un trato justo e igualitario, con dignidad y respeto y estoy totalmente de acuerdo. Estas no van a ser conversaciones fáciles, pero hace ya mucho que debimos tenerlas. El jefe de policía Doll y yo, creemos que asegurar y mantener la confianza pública depende del cuerpo de policía. Debemos de responsabilizar a aquellos que no están a la altura de ese estándar. Es por eso que a los oficiales del departamento de policía de Anchorage se les prohíbe usar estrangulamientos y estranguladores cuando detienen a alguien; los oficiales están obligados a identificarse y a emitir advertencias verbales antes del uso de la fuerza, siempre que sea posible; y reportar inmediatamente el uso excesivo de la misma. En los días venideros, continuaremos esta conversación publicando información adicional relacionada con el uso de la fuerza y la rendición de cuentas de los oficiales. En toda la nación, y aquí en casa, se están llevando a cabo protestas que nos unen para compartir la angustia de nuestro pasado y la esperanza común por un futuro mejor. Apoyo esas protestas pacíficas porque hablan de verdades que definen quiénes somos y nos mueven a sanar las heridas que nos dividen. En estos tiempos, estas reuniones nos mueven hacia el logro del verdadero cambio –igualdad y justicia– que han sido durante mucho tiempo la promesa de esta nación. |