EL PRESUPUESTO DUNLEAVY
POR KENDRA KLOSTER
Hay un refrán que dice – “no me digas lo que valoras, déjame ver en lo que gastas tu dinero y yo te lo diré.” Con el presupuesto FY2020, el gobernador Dunleavy dice a los alaskeños que los valores de su administración: la educación, la seguridad pública, el cuidado de los ancianos, la radiodifusión pública y la Alaska rural no parecen estar entre lo que se valora. Este presupuesto recorta el financiamiento de la universidad por casi la mitad, elimina fondos para todos los programas de pre-Kinder, reduce la financiación para la educación pública en cada distrito escolar en el estado, deroga el programa de beneficios a los ancianos (Senior Benefits Program), corta el sistema de transbordo en un 75% dejando algunas comunidades sin transporte, elimina el programa de Power Cost Equalización que ayuda a la Alaska rural a pagar por el alto costo de la calefacción, reduce millones de la policía estatal y de los funcionarios de seguridad pública de las aldeas, elimina completamente la radiodifusión pública y los programas de asistencia tribal, recorta los programas de asistencia pública y reduce los fondos de Medicaid.
También debemos considerar las ramificaciones que estos recortes causarán a nuestros empleos. Un análisis de la institución de investigación social y económica de la Universidad de Alaska Anchorage (ISER) confirma que el recorte presupuestario de alrededor de $1,6 mil millones propuesto por el gobernador podría resultar en pérdidas masivas de empleos en todo el estado de Alaska. “La mejor manera de ver esto es que los recortes costarían a la economía estatal un poco más de 1.000 puestos de trabajo por cada $100 millones de dólares eliminados del presupuesto,” Dr. Mouhcine Guettabi, un profesor de economía en ISER, escribió en un correo electrónico. “Estas pérdidas no toman en cuenta la incertidumbre que esencialmente congelará la actividad económica en los próximos meses. Además, no he contabilizado explícitamente las pérdidas en la financiación federal, la migración hacia fuera del estado y los posibles efectos al mercado inmobiliario." Además, al ver los recortes al propuesto del estado, necesitamos recordar que estos déficits deberán compensarse con fondos de otras áreas – lo más probable es que sea directamente de nuestras comunidades. La carga caerá en cada uno de nosotros como municipios y ciudades aumentando los impuestos sobre la vivienda para compensar la falta de financiación estatal adecuada en nuestras escuelas, carreteras y otros servicios esenciales. Al revisar este presupuesto y los recortes que se proponen, necesitamos preguntarnos – ¿Cuál es la Alaska en la que queremos vivir? ¿Qué clase de Alaska queremos dejar para nuestros hijos y nietos? Es nuestro deber y responsabilidad hacia nuestras familias y futuras generaciones el levantarnos y hacer que nuestras voces se escuchen. Necesitamos recordarle al gobernador y a la legislatura que este presupuesto es inaceptable. Cada uno de nosotros necesita llamar a sus legisladores, escribir cartas y llamar durante el periodo de testimonio público sobre el presupuesto para dar a conocer lo que es importante para nosotros. Entendemos la situación fiscal de nuestro estado y es nuestra responsabilidad ofrecer sugerencias sobre reducciones y eficiencias razonables, pero al mismo tiempo el financiamiento de los servicios básicos debe seguir. Cada alaskeño, en zona urbana y rural, merece sentirse seguro en su hogar, recibir una educación de calidad, tener acceso a la salud y al transporte. Necesitamos un presupuesto que refleje nuestros valores y proteja a los alaskeños y a nuestro futuro. Ahora mismo, ese presupuesto no lo hace. |