Si en tu trabajo te sientes asustado o inseguro; si eres inmigrante y no tienes acceso a tu pasaporte o a tus documentos de identidad; si eres víctima de abuso físico o sexual en tu trabajo; si te amenazan con deportarte, con hacerte algún daño o con lastimar a tu familia o amigos; si no recibes tratamiento médico por un accidente o enfermedad relacionados con el trabajo; si todos tus movimientos o conversaciones son controlados o monitoreados por tu empleador o por otros trabajadores; si te sientes obligado a trabajar para pagar una deuda con tu empleador, si no te pagan por tu trabajo o alguien más controla tus ingresos; si no se te permite usar el baño o salir del trabajo en caso de enfermedad o emergencia; si sientes que no puedes dejar tu sitio de trabajo o tienes que mentir sobre tu edad o identidad, puedes ser víctima de un crimen llamado tráfico laboral, dice Heather Stenson, abogada del Alaska Institute for Justice (AIJ).
“El tráfico laboral puede suceder en cualquier industria, lo mismo en agricultura, que en construcción, pesca, manufactura, alimentos o apoyo doméstico”, agrega y comenta que al ser éste un crimen que no figura mucho en el radar, no se tiene una idea clara de cuáles son los ambientes infectados por este mal en Alaska. “Pero —asienta la abogada— lo importante es que la gente en esta situación comprenda que tiene opciones”. Una de ellas es el AIJ, una organización sin fines de lucro dedicada a proteger los derechos humanos de los residentes de Alaska. Para las víctimas de tráfico laboral AIJ provee de forma gratuita servicios legales de inmigración y representación, y orienta a quienes han sufrido de este abuso en cuanto a cómo tener acceso seguro y eficiente a las autoridades, a los programas médicos que necesite si su salud se puso en riesgo, a los programas de vivienda segura y a quien pueda ayudarlos a cobrar salarios perdidos. Para solicitar esta ayuda se les puede contactar en los números publicados en esta página. Conscientes de que muchos inmigrantes que se encuentran en esa situación pueden no tener un inglés fluido, AIJ cuenta con un centro de intérpretes en el que se apoya para atender a las víctimas de tráfico laboral. “Los traficantes buscan a personas vulnerables o a quienes pueden hacer sentir vulnerables; es decir, personas que han sufrido abuso, o que no tienen documentos o vivienda estable, entre otras preocupaciones. Los traficantes son muy buenos para identificar estos perfiles y explotarlos, y por esto es tan importante que la gente tenga información”, concluye Stenson. Nuevos recursos para combatir el tráfico laboral en Anchorage La Blue Campaign del Department of Homeland Security (DHS) busca educar a la población sobre el tráfico humano para que puedan denunciar a los perpetradores y también para que las víctimas encuentren el apoyo que necesitan. En el contexto de esta campaña la policía y otras autoridades recibirán entrenamiento para detectar e investigar casos de tráfico y para facilitar la detención de los traficantes. Finalmente se enfocará en trabajar con organizaciones de salud, pues quienes han sido sujetos de tráfico laboral muy probablemente requerirán atención física y mental. Al ser un crimen que con frecuencia toma como blanco a los inmigrantes, la Blue Campaign otorga alivio migratorio a las víctimas, según asienta su sitio web. El pasado 15 de agosto, Ethan Berkowitz, alcalde de Anchorage, junto con el Alaska Human Trafficking Working Group, el Anchorage Police Department y el Department of Health and Human Services, anunciaron que se sumarán a la Blue Campaign para “asegurarnos que las víctimas de este horrible crimen sepan a dónde pedir ayuda y se sientan seguros de hacerlo”, dijo Berkowitz al anunciar esta asociación. |