Frida y marisol Vargas Un ejemplo de pasión y éxito en el futbol femenino
por pedro graterol
El fútbol ha trascendido géneros y fronteras geográficas, y dos apasionadas deportistas femeninas, Frida Vargas y su hermana Marisol Vargas, están a la vanguardia de transformar el deporte en nuestro estado. A través de su dedicación, compromiso y amor por el juego, estas dos atletas han dejado una huella perdurable en el campo y están impulsando el progreso del fútbol femenino en todos los niveles.
Su trayectoria comenzó desde temprana edad, Marisol Vargas recordó: “Desde que tengo memoria, el fútbol ha sido parte de mi vida. Mis padres me hicieron jugar al fútbol recreativo cuando tenía 3 años, al igual que a mis hermanos.” Frida compartió una historia similar. Esta exposición temprana y el apoyo familiar encendieron una profunda pasión por el deporte en ellas. El vínculo formado a través de su amor compartido por el fútbol las ha guiado en sus esfuerzos deportivos. Ambos hermanos juegan profesionalmente. Obed Vargas juega para los Seattle Sounders en la MLS, mientras que Abad forma parte de la academia del equipo. Marisol siguió el ejemplo, jugando como portera en la Universidad de Saint Mary en Kansas y Frida como centrocampista en la Universidad del Sur de Oregón. El fútbol está arraigado profundamente en el ADN de esta familia.
Mientras Frida sobresale en el campo, sus aspiraciones van más allá del fútbol universitario. Sueña con representar a México a nivel profesional, afirmando: “En este momento, mi enfoque está en tener una buena primera temporada de fútbol universitario.” Su determinación y ambición sirven como inspiración, alentando a las jóvenes deportistas a soñar en grande y apuntar alto. La trayectoria de Marisol la ha llevado desde el Centralia College hasta la Universidad de Saint Mary en Kansas. Más allá del fútbol, descubrió una pasión por la enfermería, buscando fusionar su amor por la atención médica con su dedicación al fútbol. “Aparte del fútbol, descubrí que tengo pasión por ayudar a las personas y mi sueño es completar mi maestría para convertirme en enfermera practicante”, compartió Marisol. Su determinación para destacar tanto dentro como fuera del campo refleja la naturaleza multifacética de los atletas modernos.
Sin embargo, el camino hacia el éxito a menudo está lleno de desafíos. El obstáculo más grande que Marisol ha enfrentado ha sido la falta de confianza, una lucha común entre los deportistas. Sin embargo, el enfoque de Marisol en la autorreflexión y en apoyarse en su sistema de apoyo, especialmente sus padres, le ha permitido superar estos desafíos. Además, Frida ha luchado con la salud mental mientras se recuperaba de una lesión el año pasado: “Mantener una actitud positiva durante los momentos difíciles de mi recuperación fue lo más difícil. El aspecto mental del deporte siempre es la parte más desafiante, pero hablar de ello es la mejor manera de superar esos obstáculos.”
La influencia de la familia en su trayectoria deportiva es innegable. Marisol Vargas, madre de Frida y Marisol, recordó: “El fútbol ha sido una parte esencial de nuestra familia.” Los valores del esfuerzo, la dedicación y la competencia se inculcaron desde temprana edad. Este apoyo y compromiso familiares han llevado a recuerdos apreciados. “Mis cuatro hijos jugaron en la Copa del Mundo Juvenil en Suecia. Los niños jugaron juntos en el mismo equipo, y mis hijas jugaron juntas en el mismo equipo. Fue una experiencia hermosa ver a los cuatro jugando juntos en un torneo tan importante”, compartió Marisol.
Marisol también ha enfrentado la discriminación de género en el deporte, compartiendo casos en los que fue subestimada debido a su género. “A veces es difícil jugar con hombres porque te subestiman como jugadora, asumiendo que, por ser mujer, no puedes jugar bien”, señaló en una entrevista. Sus experiencias subrayan los persistentes prejuicios de género a los que se enfrentan las deportistas femeninas, resaltando la necesidad de una defensa continua de la igualdad de género en el fútbol: “La discriminación de género es algo que todos los atletas, clubes y directores técnicos debemos de eliminar de nuestro deporte” agregó Frida. Tanto Frida como Marisol son defensoras vocales del avance del fútbol femenino. Marisol exclamó apasionadamente: “¡Es hora de apoyar al fútbol femenino!” El crecimiento del fútbol femenino es evidente, con talento emergente e inversión creciente. Su llamado al apoyo enfatiza la importancia de reconocer y celebrar la dedicación y el talento de las deportistas femeninas. Frida y Marisol Vargas trascienden el campo de fútbol, encarnando pasión, resiliencia y determinación que impulsan el fútbol femenino hacia un futuro más brillante.