Impulso a las energías renovables en Sitka
El Proyecto de Asociación de la Iniciativa de Transiciones Energéticas (ETIPP) del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) emprende iniciativas en comunidades remotas para construir sistemas de energía locales y sostenibles. Una será en Sitka y beneficiará a nativos, asiáticos y latinos.Se trata de impulsar la resiliencia energética y planificar futuros de energía renovable, para superar las deficiencias en las conexiones a las redes eléctricas principales. Son nueve proyectos, desde Hawái hasta Maine.
“Alaska tiene los precios de energía más altos del país. Muchas comunidades utilizan diésel, lo que causa contaminación. Las energías renovables (eólica, solar, hidroeléctrica o geotérmica) proporcionan electricidad más económica, protegen los bolsillos y la salud de los residentes”, dice a Sol de Medianoche Caroline McGregor, directora del programa ETIPP del DOE. McGregor afirma que Sitka “depende de la energía hidroeléctrica estacional del lago y de una microrred diésel envejecida. Se espera que aumente la demanda energética y supere su generación en cinco o diez años. Si no se toman medidas, habrá escasez de energía. Pero las mejoras garantizarán el bienestar y el desarrollo de la economía”. Existen otros proyectos similares: Ouzinkie, la Alaska Longline Fishermen’s Association, Nikolski & St George, Igiugig y McGregor. “El acceso a una energía asequible es el corazón de la justicia energética”, señala McGregor. “Los grupos sociales excluidos suelen ocupar viviendas más antiguas, peor mantenidas y menos eficientes, con un gasto elevado de energía. Las comunidades de color y familias de bajos ingresos pagan una parte significativamente mayor de sus ingresos en las facturas de energía y tienen menos dinero para gastar en lo demás, desde comida hasta educación”. “Además –sigue diciendo–, las centrales eléctricas de combustibles fósiles se ubican en comunidades de bajos ingresos y perjudican la salud entre los residentes. Es importante que la planificación de la energía renovable se base en la participación de las comunidades desfavorecidas, para conocer sus necesidades y aportar resultados equitativos”. Por su parte, Chris Rose, director ejecutivo, y Rob Jordan, coordinador de microrredes del Proyecto de Energía Renovable de Alaska (Renewable Energy Alaska Project, REAP) han explicado a Sol de Medianoche que los alaskeños “desperdician más de mil millones de dólares en energía cada año. Gastan combustible que no se quema de manera eficiente y quieren energía renovable local, limpia y de precio estable, por lo que el ritmo de la transición energética debe aumentar. Aunque en Alaska hay pueblos que no ven el sol unos dos meses al año, el alto costo de la energía hace que la solar sea una inversión atractiva. Con el coste de los paneles solares fotovoltaicos (FV) bajando un 90% durante la última década, la energía FV cobra sentido, incluso si no se produce todo el tiempo. Comunidades tan al norte como Kotzebue invierten en energía solar porque el coste de la electricidad a partir de diésel es muy alto. Andrew Thoms, uno de los lideres de energía renovable en Sitka, considera que se debe tener un 99% de energía renovable. “Es la única garantía de prosperidad”, dice a Sol de Medianoche. “Nuestra principal industria es la pesca y comercio del salmón. Con el diésel, los costes se disparan. Con eficiencia energética y renovable, habrá más productividad, más beneficios y se multiplicarán los empleos. Esto beneficiará a los trabajadores nativos, asiáticos y latinos, que son nuestra primera fuerza laboral”. |